Laura Pergolizzi ha hipnotizado al mundo entero con su Lost on you.
Primero nos llegó su voz. Y nos tuvo como los ratones del cuento del flautista, saltando a su son y poniendo la canción una y otra vez. Luego la conocimos, su imagen andrógina y su arrebatadora personalidad. Ella compone sus canciones, y consigue la alquimia perfecta de textos, voz y melodía.
Empezó cantando en el Sayers Club de NewYork y ya eran entonces reconocibles sus letras. Letras de amor, de tenerlo y de perderlo. “Escribo sobre las cosas que me pasan; no lo hago planeando lo que podría resultar de una canción”. Sus canciones, obvio, habla de amor entre mujeres, pues Laura es una mujer que ama a otras mujeres.
Bueno, ahora mismo solo a una, Lauren Ruth Ward, con quien a menudo comparte escenario. Pero aun estando estable y enamorada, muchas de las letras de L.P. son tristes:“Si alguna vez te rompieron el corazón, es fácil acceder a los sentimientos experimentados entonces”. También hay otras pérdidas en su vida que han marcado la cadencia de su música. La principal, el fallecimiento de su madre cuando ella era adolescente y el de su padre poco tiempo después. Una tragedia que la ha marcado pero no le ha impedido seguir luchando por lo que ama, la música.
Era sin duda un riesgo que sus canciones fueran tan claramente lésbicas cuando empezó a recorrer el mundo entero, oriente y occidente. Lo era pero en ningún microsegundo se le pasó por la cabeza bajarles el perfil y escribir en neutro o cualquier otro recurso eufemístico. “Trato desesperadamente de ver más allá del sexo, el color o la orientación sexual. Busco ver sólo a las personas”, afirma, mientras celebra haberse convertido, sin quererlo, en una fuente de visibilidad lésbica dentro del mundo de la música.