Skip to main content

Buenos Aires será la próxima sede del encuentro de activismos LGBT más importante del mundo

La Conferencia Mundial de ILGA Mundo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, fue la más grande en la historia de esta organización. En el cierre se votó a Buenos Aires como próxima sede, en un abrazo de la diversidad frente al avance de la ultraderecha del gobierno de Milei.

CIUDAD DEL CABO (Sudáfrica), Enviadas especiales. Los cinco días que duró la Conferencia Mundial de ILGA Mundo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, estuvieron colmados de encuentros, debates y fiesta para la diversidad sexual. Fue la más grande en la historia de la organización: 1450 personas participaron del encuentro de activismos más grande a nivel global con propuestas para marcar la agenda LGBTIQ+. Al cierre, las colectivas decidieron abrazar la situación en Argentina al votar como próxima sede de la conferencia a Buenos Aires. Esto será en dos años y medio (2027): un modo de resistir al contexto de retroceso de derechos del gobierno de Javier Milei.

“Estamos felices y emocionades desde la región de América latina y el Caribe de que Buenos Aires haya sido elegida como la próxima sede de la Conferencia Mundial de ILGA, que es la red de organizaciones LGBTI más grande del mundo. Es un abrazo de todes les activistas y organizaciones del mundo. Y solidaridad para con la situación argentina en un contexto de retroceso con el gobierno actual que nos cercena derechos todos los días. Es importante para fortalecer nuestras luchas en un contexto difícil”, expresó a Presentes Darío Arias, cosecretario regional de ILGA LAC y fundador de Conurbanes por la Diversidad

La postulación de Buenos Aires fue inicialmente una propuesta de esta organización junto con la CHA, 100% Diversidad y derechos, como miembras de ILGA. Luego fue apoyada por la región desde ILGALAC (América Latina y Caribe). En 2022 también había sido postulada Buenos Aires pero finalmente la candidatura se retiró para apoyar la de Sudáfrica.

La 31° Conferencia de ILGA Mundo se realizó bajo el lema Kwa Umoja (Nos levantamos), en referencia a una frase en swahili -la lengua más hablada en África- que celebra la unidad y el progreso colectivo. Del 11 hasta al 15 de noviembre en el Centro de Conferencias de Century City, en Ciudad del Cabo, se desplegaron 64 sesiones, 20 preconferencias y 6 paneles, donde participaron personas de 100 países. Entre ellas, el Experto Independiente de las Naciones Unidas sobre la protección contra la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género, Graeme Reid. 

Desde Presentes, uno de los media partner del evento, estuvimos cubriendo el encuentro. Y María Eugenia Ludueña participó de la Preconferencia sobre medios y brecha digital, junto a colegas de la agencia Reuters (Reino Unido) y activismos de Jamaica y Uganda

América latina pisó fuerte durante la Conferencia, aunque por dificultades en el visado y la lejanía su participación fue menor que la de otras regiones como la africana, cuya presencia sí fue destacada. 

África anfitriona

Liberty Matthyse, integrante de Gender Dynamix, y y Jade Jacobs-Wor, de Iranti, organizaciones anfitrionas en Sudáfrica.

Luego de 25 años, África volvió a ser anfitriona de este evento mundial. Contó con el apoyo de las organizaciones locales Iranti y Gender Dynamix. “En el contexto mundial vemos un mundo de mayores conflictos. Hay violaciones y henocidio que se convierte en algo normal. A la luz de estas situaciones acogemos con beneplácito respetar los derechos humanos y reconocer la historia política y la lucha de lo que fue contra el apartheid aquí en Sudáfrica”, subrayó Liberty Matthyse, integrante de Gender Dynamix.

Cada espacio de encuentro en la Conferencia estuvo impregnado por una identidad con fuertes raíces en la ancestralidad, los lazos colectivos y la hospitalidad africana. Hubo una ceremonia de apertura, donde se pidió prosperidad y armonía, a cargo de pueblos indígenas, igual que en el cierre. 

Voces y activismos de América Latina 

«Vi mucha diversidad a mi alrededor. Me encanta poder compartir con tantos activistas a nivel mundial. Es un espacio para compartir nuestras experiencias, la situación de nuestros países, poder armar proyectos en común y unirnos entre países y aprender de los demás», sostuvo Dayne, del colectivo de las Diversidades Sexuales y de Género de Bolivia.

Entre los proyectos latinoamericanos estuvo el Archivo de la Memoria Trans Argentina, en una mesa en el centro del establecimiento donde ofrecían stickers, pines, remeras y fotografías. Todas las tardes, Carolina (Carola) Figueredo y Luciana Leiras, integrantes del Archivo, llevaban adelante una visita guiada. Personas de todo el mundo se conmovieron con los relatos de Carolina y de lo que tuvieron que atravesar ella y sus compañeras, de la violencia que sufrieron en dictadura y después, y de la importancia de la Ley de Identidad de Género que, como cuenta Carolina, les cambió la vida. 

Ayito, de Espacio Tolomocho, en la Conferencia en Cape Town.

Desde Argentina también participaron el Espacio de arte y activismo disca Tolomocho. Y Argentina Intersex, que formó parte del panel sobre el Movimiento Intersex Global donde activistas de diferentes regiones compartieron los desafíos que afrontan: avance de derechas, estrategias de incidencia, la situación de las personas refugiadas, entre otros. Desde Corrientes, Solange Ayala, activista trans e integrante de Fundheg, organización que trabaja derechos sexuales y reproductivos, participó por primera vez de la Conferencia. «Estoy muy emocionada de encontrarme con mis compañeras trans del mundo. Para buscar juntas políticas que acompañen y abracen», dijo a Presentes.

Las personas LGBT y las crisis humanitarias tuvieron un panel donde se conversó acerca de cómo mejorar la coordinación entre las múltiples partes.  Allí estuvieron el activista argentino Mariano Ruiz (DDHH y Diversidad), Andrea Ayala (RFSL, El Salvador), junto a activistas de Equal Asia Foundation y Rainbow Railroad. 

El medio colombiano Sentiido tuvo una sesión especial donde Li Cuellar, cofundadore, presentó Transpoderosas. Se trata de un innovador juego de cartas para aprender sobre transfeminismos. 

También Shane Cienfuegos, activista trans no binarie de Chile presentó “Cuerpas”, un proyecto que recorre las memorias y vidas de mujeres trans, travestis, transmasculinos, travos y no binaries, gestionado por OTD Chile. 

Por primera vez en las ediciones de esta Conferencia, los sindicatos de distintas partes del mundo tuvieron una presencia marcada. “La comunidad LGBTIQ+ es clase trabajadora. Su lucha es también nuestra lucha”, dijo Jordania Ureña Lora, en representación de la Confederación Sindical Internacional, en el panel de apertura del evento. Y agregó: “Vamos a seguir luchando por el cambio en nuestras estructuras internas, incluyendo a las personas de la comunidad LGBTIQ+. La solidaridad tiene que ser real. 

A la hora de la votación de los nuevos representantes de ILGA Mundo, les latinoamericanes obtuvieron dos cargos. Alejandra Collette Spinetti Nuñez, del Colectivo Trans del Uruguay, fue electa presidenta del Comité Trans. Gabrielle Escobar, de la organización Comcavis de El Salvador, fue elegido titular del Comité de Juventudes. 

“Eso significa una gran responsabilidad porque mi militancia es ser la voz de quienes no tienen voz. Mi idea es contactarme periodicamente con las diferenctes comunidades trans, no binarias, de género no conforme del mundo para llevar esa voz al comité directivo de ILGA Mundo”, dijo Spinetti Núñez a Presentes, luego de ser electa.

Les demás nueves representantes elegidos por organizaciones miembros de ILGA Mundo fueron Kimberly Frost (Estados Unidos) y Yuri Guayana (Italia) como co-secretaries. Mientras, asumió el Comité Bisexual Hamlet Nkwain; el Intersex, Obioma Chukwuike; y el de Mujeres, Angelica Polmonari.

Más unidad, más interseccionalidad

Ya desde la inauguración de la Conferencia, quedaron resonando las palabras que proponen un rumbo: interseccionalidad y unidad. En un contexto global marcado por el avance de derechas y ultraderechas, con movimientos que atentan contra la integridad y dignidad del colectivo LGBTIQ+, diferentes voces destacaron la necesidad de trabajar para fortalecer la unión del movimiento y pensar abordajes integrales. 

“Mi llamado es que pensemos cómo nuestra diferencias han sido quienes nos han traído aquí. Nos han hecho, grandes, nos hacen únicas/os/es. Nos conectan con otras personas. Mi llamado es a que dejemos las diferencias de lado y nos levantemos en la unión”, compartió Luz Aranda, activista bisexual mexicana y ex co-secretaria de ILGA Mundo.

Luz Aranda, activista bisexual mexicana y ex co-secretaria de ILGA Mundo.

En la misma línea se pronunció Julia Ehrt, directora ejecutiva, con una advertencia: “Tenemos que estar alineados en nuestros enfoques, objetivos. Tenemos una tendencia a quedarnos en nuestros desacuerdos en lugar de ver nuestros objetivos en común. Y eso es un problema. Nos enfrentamos a actores anti derechos y anti géneros. Se unen contra el enemigo en común que somos nosotros”.

Un discurso ovacionado fue el de Mpho Tutu van Furth, activista por los derechos humanos, pastora anglicana e hija del clérigo, activista contra el apartheid y Nobel de la Paz, Desmond Tutu. Advirtió sobre el creciente conformismo que observa especialmente de parte de jóvenes, pero también de personas de otras edades. En un escenario de “resurgimiento de conservadores de ideologías nacionalistas que se oponen a los derechos de las minorías” que “se muestran con ideas ‘buenas’ y ‘frescas’, pero que en realidad son supremacistas y nos están matando”.

“La democracia no es un deporte y el voto no es un billete de entrada al juego. Es un recibo que hace que exijamos responsabilidad de nuestros representantes elegidos”, subrayó, al tiempo que reconoció la necesidad de pensar una lucha interseccional. “Es crucial reconocer que la comunidad LGBT también es parte de grupos marginados. Temas como clase, raza intersectan con orientación sexual, género, creando desafíos únicos que tienen que ser abordados de manera holística. Nuestra incidencia tiene que ser interseccional abordando las múltiples facetas de la discriminacion y opresión”, sostuvo.

Mpho Tutu van Furth, activista por los derechos humanos, pastora anglicana e hija de Desmond Tutu.

También participaron de la apertura representantes de Naciones Unidas y funcionarios del gobierno sudafricano. El viceministro de Mujeres, Jóvenes y Personas con Discapacidades, Mmapaseka Steve Emily Letsike, de parte del presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, ngresó con un fuerte aplauso de les presentes. Resaltó que aún no se ha hablado “de manera significativa de clase y raza” dentro de las comunidades LGBTIQ+. Mientras, reconoció que los derechos humanos no son “un asunto de ideología política, sino de vida o muerte, de libertad y de opresión”.

“Todos estarían mucho más felices en un mundo más igual”

Durante el encuentro se pidió por la liberación de todos los pueblos oprimidos, en especial por Palestina, Sudán y Congo, pero también por Haití, Uganda, Ucrania, Mozambique, Nueva Guinea, Níger y demás países en lucha. 

Además de los paneles y charlas, en el encuentro no faltó oportunidad para poner el cuerpo al servicio de la causa. Dos noches y un taller que tuvo dos ediciones pusieron el foco en el ballroom. Contaron la historia de la cultura ball, gestada de forma clandestina y en resistencia a la cultura que los dejaba afuera, mientras emprendieron competencias de baile bajo categorías como Runway, Vogue y una en la que lucieron atuendos identitarios de sus países o comunidades de pertenencia.

El día arrancaba y cerraba con una meditación para el cuidado personal y comunitario. A petición, funcionaba un servicio de salud mental y una clínica de seguridad digital. También había un espacio de silencio para desconectar del ritmo vertiginoso de las sesiones.

n paralelo a la conferencia, activismos de Sudáfrica nucleades en el Pavement Special Collective, asumieron una posición crítica. Mantuvieron encuentros con ILGA pero también organizaron movilizaciones para protestar por la Conferencia. Algunas fueron adentro del edificio que albergaba al evento, con sombrillas rojas en representación del trabajo sexual, también pidieron por la liberación de Palestina. En un comunicado estas organizaciones expresaron su descontento, alegando que este tipo de eventos perpetúan la colonialidad y la supresión de las identidades indígenas. 

Otras organizaciones locales hicieron un balance muy positivo. “Estamos orgulloses de haber acogido a la comunidad LGBTI mundial en África y de haber creado espacios para que ella sea testigo de cómo es el activismo en nuestro contexto, de nuestro trabajo con las comunidades de base, y de cómo seguimos avanzando hacia la igualdad de derechos para todas las personas. Que este evento sea un testimonio de la verdadera solidaridad que puede cobrar vida cuando diversos movimientos trabajan entre sí y forjan alianzas”, concluyeron Liberty Matthyse y Jade Jacobs-Wort, integrantes, respectivamente, de Gender DynamiX e Iranti, las organizaciones anfitrionas en Sudáfrica. 

La Conferencia Mundial contó con la entrega de los Premios Internacionales del Orgullo, iniciativa conjunta entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e ILGA Mundo. Los cinco premios fueron para Ruslan Savolainen, de Rusia; Lize Ehlers (en la categoría aliada del colectivo); Imanni da Silva, de Angola; Sonia Correa, de Brasil; y Aaditya Rai, de Nepal.

Sonia Correa, activista e investigadora sobre derechos, feminismos, género y diversidades, se conectó en una videollamada para agradecer. “No debemos luchar por la igualdad simplemente porque es algo ideológico o un principio de la justicia, sino porque constituye un camino para que todos podamos ser felices y más alegres en sociedades complejas”, -expresó-. “Todos estarían mucho más felices en un mundo más igual”.

Fuente: https://agenciapresentes.org/2024/11/20/buenos-aires-sera-la-proxima-sede-del-encuentro-de-activismos-lgbt-mas-importante-del-mundo/

Las personas trans o no binarias tienen 16 veces más depresión que la población en general, según un informe

Transaludes, realizado por el Instituto de Salud Carlos III, es el primer estudio que se presenta en España sobre el estado de salud del colectivo trans y no binario.

Es 16 veces más común que las personas trans o no binarias sufran depresión y 11 veces más común que padezcan ansiedad que la población en general, según el estudio Transaludes: salud en personas trans y/o no binarias en España, presentado este martes por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en el Ministerio de Salud. El equipo de investigación revela que los problemas de salud mental se deben a la discriminación estructural y a la violencia que sufre este colectivo, así como a las barreras sociales y sanitarias para la transición.

Este estudio es el primero que se realiza en España sobre el estado de salud de las personas trans y no binarias. María José Belza, quien lideró la investigación, ha explicado que en España hay poca información para cuantificar el estado de salud y las dificultades de este colectivo, especialmente para atender los problemas sanitarios y crear políticas públicas.

El estudio Transaludes se realizó a partir de entrevistas a 1.823 personas trans y no binarias de las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas. El 35% de las personas participantes son hombres trans, el 23% mujeres trans y el 42% personas no binarias, con una edad media de alrededor de 26 años.

Uno de los grandes temas del estudio ha sido la salud mental, ya que está “altamente influenciada por la discriminación estructural”, ha indicado el equipo del ISCIII. “Hay una peor salud mental que en la población general”, han añadido. Así, cuando se les consultó a los participantes si algún médico les había diagnosticado alguna enfermedad o trastorno en los últimos 12 meses, las respuestas relacionadas con la salud mental quedaron muy por encima de otras enfermedades. El 47,5% respondió que habían sido diagnosticados de ansiedad, el 39,6% de depresión y el 29,4% de otros problemas de salud mental.

Los investigadores también han advertido sobre las altas cifras de autolesiones e ideas suicidas en el colectivo. En el grupo de los hombres trans, el 67% contestó que se había autolesionado alguna vez en la vida; en las mujeres trans, un 44,1%, y en las personas no binarias, un 67,4%.

En cuanto al suicidio, en los hombres trans, el 76,4% tuvo pensamientos suicidas y el 37,6% llevó a cabo un intento de suicidio; en las mujeres trans, el 68,1% sufrió pensamientos suicidas y el 36,7% lo intentó. En cuanto a las personas no binarias, 8 de cada 10 tuvo pensamientos suicidas y 4 de cada 10, intentos suicidas.

La discriminación estructural y las barreras para la transición son algunos de los factores que deterioran la salud mental e incrementan la idea suicida. Por ejemplo, el estudio menciona que la ideación suicida en los últimos 12 meses incrementa en un 25% si hay barreras para el cambio de nombre registral, en un 33% si hay barreras al cambio de sexo registral, 57% si hay barreras para la transición hormonal y 78% si hay barreras para la transición quirúrgica.

Los miembros de Transaludes han asegurado que estos datos son especialmente preocupantes en una la población tan joven (la media del estudio es de 26 años) y manifiestan la urgencia de que el sistema responda para atender la salud mental del colectivo.

Visibilización y acceso a servicios sanitarios

La mitad de los encuestados percibe que tiene un buen estado de salud (53,8%). Sin embargo, esta cifra es menor, en 30 puntos porcentuales, que la percepción de la población en general (85,3%) sobre su buen estado de salud. Por otro lado, 4 de cada 10 personas trans y no binarias creen que sus profesionales sanitarios no saben cómo atender al colectivo.

Esto tiene gran impacto en los procesos médicos de transición. Un porcentaje alto de las personas encuestadas aseguró que no lo lleva a cabo por miedo a la discriminación en las consultas, las barreras sanitarias y las listas de espera. Otras respuestas fueron: no tener información para hacerlo, desconfiar de las consultas médicas y la negativa del personal médico.

Jimena González, diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, quien participó de la presentación, ha explicado que pocas cosas alejan más a la comunidad trans de los servicios médicos que ser llamada por otro nombre en la sala de espera, o que el médico no te pueda atender porque tu nombre del DNI no va con tu persona. “Desde el ámbito sanitario esto es fundamental”, advierte. Y, agrega que “el reconocimiento legal y administrativo mejora la salud mental en las personas”.

El informe indica que, dadas estas barreras, dos tercios de las personas que habían realizado alguna transición quirúrgica lo acabaron haciendo en la sanidad privada. Por ello los investigadores solicitan que los profesionales sanitarios ―especialmente médicos de familia y endocrinólogos― deben estar formados para atender a las personas trans y no binarias, para mejorar la atención y el seguimiento de los procesos de transición hormonal.

Sobre el cambio de sexo registral, la encuesta indica que el 64,9% de hombres trans lo había hecho, el 68,1% mujeres trans y el 12,7% personas no binarias. Sobre la transición hormonal, el 71,8%, 77% y 23% estaban en proceso, respectivamente.

Violencia hacia el colectivo

El estudio menciona que solo 1 de cada 10 personas trans o no binarias se ha visibilizado totalmente en todas las esferas de su vida. Y lo que más les frena para hacerlo son las barreras sociales y el miedo a la discriminación. De los participantes, el 87,4% respondió que había sufrido algún tipo de violencia tránsfoba o discriminación por su identidad de género y casi la mitad, agresiones físicas. Esto genera secuelas a lo largo de la vida en la salud mental y bienestar físico de las personas: 8 de cada 10 las presentan.

Fuera de las relaciones de pareja, el 70% denunció haber tenido algún tipo de violencia sexual; 3 de cada 4, la sufrieron por parte de alguna pareja. El equipo de investigación ha asegurado que estos datos son superiores a los de las personas que finalmente denuncian y esto demuestra la “necesidad de desarrollar programas de prevención, detección y protección en todos los ámbitos”.

Los investigadores también contaron que, durante el proceso de hacer las encuestas, sufrieron episodios de violencia. Hubo intentos de boicot por parte de colectivos tránsfobos, quienes enviaron mensajes con insultos y tratos degradantes, e intentaron dañar la muestra con mensajes falsos y suplantación de identidad de personas trans.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2024-11-19/las-personas-trans-o-no-binarias-tienen-16-veces-mas-depresion-que-la-poblacion-en-general-segun-un-informe.html

Miles marchan en Chile contra los discursos de odio y en defensa de la infancia trans

Miles de personas se congregaron este sábado en el centro de Santiago para defender los derechos de los niños y adolescentes trans y protestar contra los discursos de odio con motivo de la XII versión del Orgullo Parade y el Día Nacional de la Diversidad.

«Exigimos, al mismo tiempo, la reforma a Ley Zamudio (contra la discriminación) y una Ley de Educación Sexual Integral y protestamos con fuerza contra los discursos de odio hacia las personas LGBTIQ+», dijo durante el inicio de la marcha Javiera Zúñiga, vocera del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

Según la asociación, organizadora de la concentración, en el último año los discursos de odio aumentaron un 123 % y se registraron un total de 1.597 casos de abusos contra personas LGBTI, la cifra más alta de la historia.

«Muchos de quienes apoyaban nuestra causa hace pocos años, hoy guardan silencio frente a las arremetidas de odio. Se han replegado. Los instamos a levantar la voz, a solidarizar con la igualdad y la justicia», añadió por su parte el dirigente del Movilh, Rolando Jiménez.

Tras el Movilh, tomó la palabra Natalia Alvarado, una niña trans de 13 años, que recordó que recientemente la Cámara de Diputadas y Diputados prohibió al Ministerio de Salud financiar las terapias de hormonización a menores de 18 años.

«Yo tengo la oportunidad de hormonarme, pero sé que hay niños y niñas trans que no, a los que les cerraron las puertas, lo cual es muy injusto. Hay que visibilizar lo que está pasando y no quedarnos callados», indicó la joven activista.

La marcha partió desde la céntrica Plaza Italia y concluyó en Los Héroes, donde habrá conciertos y espectáculos hasta la noche.

Chile, un país que era tradicionalmente conservador y con una fuerte influencia del catolicismo, ha ido dando importantes pasos a favor de los derechos sexuales de las minorías, sobre todo tras el estallido social de 2019.

Chile aprobó el matrimonio igualitario en diciembre de 2021 y se convirtió en el octavo país de la región en hacerlo, tras Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y varios estados de México.

Hasta entonces, las personas homosexuales solo podían unirse bajo la figura jurídica del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos de filiación.

Fuente: https://es-us.noticias.yahoo.com/miles-marchan-chile-discursos-odio-031800993.html

Conoce a «Superbollo», una superheroína lesbiana

El colectivo Parole de Queer creó a este singular personaje en 2020; este año publican su segunda aventura.

En 2020, el colectivo Parole de Queer publicó «SuperBollo contra la L.E.F.A.«, un cómic que nos introdujo a un nuevo personaje de la comunidad LGBT+: «SuperBollo», la superheroína lesbiana.

Para la creación del personaje y de su primera aventura, participaron 11 artistas de EspañaMéxicoArgentina y Canadá.

En este 2024, el singular personaje regresa en una nueva aventura titulada «SuperBollo contra el Código Binario«. El cómic ha sido publicado por Kaótica libros. Cuenta con un guion de Áles Torres e Irene Sala (Parole de Queer) y arte de la ilustradora y muralista Galletamaria.

Sus creadorxs, Parole de Queer es un grupo surgido en Barcelona en 2009. En ese mismo año publicaron la revista «Parole de Queer«, un espacio para plasmar historias y arte de ciencia ficción de contenido queer.

Con el paso del tiempo, Parole de Queer, se ha convertido en un referente de las teorías queer, transfeministas y antiespecistas en España.

El personaje de «SuperBollo» es una suerte de parodia de «Superman«. El personaje fue creado en una noche de fiesta. Ante la falta de referentes femeninos en la ciencia ficción, sus creadorxs se vieron en la necesidad de crear una superheroína bollera y rodearla de un universo repleto de protagonistas «transmaricabollo”.

En su universo, «SuperBollo» tiene un archienemigo que oprime a las disidentes de género y sexuales: «L.E.F.A.» (liga exterminadora de feminazis antisistema). En esta nueva segunda aventura se le ha llamado «Código Binario«, una malvada corporación que opera a nivel mundial para someter y “normalizar” a mujeres cis heteros y disidentes.

En cuanto a los poderes y habilidades de «SuperBollo«, ella puede lanzar «insultos cómo camionera» (palabras textuales de lxs guionistas).

De acuerdo con sus creadorxs, la idea es continuar la saga y realizar una tercera parte.

Fuente: https://escandala.com/conoce-a-superbollo-una-superheroina-lesbiana/

La patrulla ‘gay’ de la Policía que vela por los derechos LGTBI: «Si a mí me llaman lesbiana, me doy media vuelta y me voy. Tenemos la piel muy fina y no todo es un delito de odio. A veces sólo es un hecho odioso»

La asociación LGTBIPol, con más de 300 agentes, lucha por la sensibilización y la diversidad dentro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. «Como en el resto de la sociedad, claro que hay homofobia en la Policía. Y machismo»

Hay que zambullirse algo lejos en el lodo del tiempo, cuando en los alborotados años 60 los derechos civiles comienzan a avivarse en la hoguera de la Historia, para encontrar en la literatura homosexual por vez primera la expresión salir del armario. Como un maná de libertad sexual, el colectivo LGTB se iba sacudiendo la polvareda milenaria del ostracismo; aún tendría que llegar la revuelta del bar Stonewall de Nueva York en el 69, bendita noche de cuchillos largos traída hoy como símbolo del pink power y punto de partida de todas las celebraciones del Orgullo que en el mundo han sido. Y aún así, medio siglo después, la tramontana gay sigue agazapada en demasiados países y en no pocos entornos.

Enfilado el 2024, en ciudades como Madrid el colectivo ha levantado un imperio de libertades LGTB con el pintoresco barrio de Chueca como una de las capitales de la cosa. Salir pues del armario en la gran urbe ya no es el mayor de los pecados (ahí está su desfile del Orgullo, el tercero más multitudinario del planeta), se denuncian más delitos de odio que nunca y los tentáculos de la sensibilización se cuelan hasta en los territorios más diestros. Pero, ¿qué pasa en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? ¿Están estos organismos alineados con la mirada LGTB del mundo? ¿Han abierto sus principios fundacionales, más bien conservadores, a las realidades de este colectivo que, según ratifican las estadísticas, ya es el 1o% de la población?

Para medirle la temperatura a estos asuntos, en 2016 vio la luz en Madrid la asociación LGTBIPol, a la que a día de hoy pertenecen 300 agentes de la Policía Nacional, Municipal y Guardia Civil. Todos ellos personas lesbianas, gays, transexuales o bisexuales que abrazan su identidad sexual y su labor de servicio bajo esta enredadera de siglas. «Uno de nuestros objetivos es educar a otros compañeros para que tengan la sensibilidad necesaria a la hora de trabajar», explica a GRAN MADRID Rufino Arco Tirado, miembro de la junta directiva de LGTBIPol.

-¿En qué sentido?

-Por ejemplo, en algo tan simple como que reconozcan el género no binario. Se van a a encontrar con estas personas en la calle, en las comisarias, y es fundamental que sepan cuál es su realidad. O a la hora de cachear a una persona trans. Y si alguien va a la Policía a denunciar un delito de odio, que los agentes tengan los conocimientos necesarios para fundamentarlo.

Rufino Arco Tirado, policía nacional y miembro de la junta directiva.

Otro de los objetivos de esta agrupación es favorecer la visibilidad LGTB dentro de las propias corporaciones. «Que los compañeros tengan un espacio seguro en el que poder hablar [si ellos mismos sufren algún tipo de discriminación por parte de un mando u otro agente, o incluso si son víctimas de una agresión de una pareja]», insiste Rufino. «Y también estamos peleando para adaptar la normativa interna, por ejemplo, en el tema trans».

-¿Qué dice esa normativa trans?

-Nada. No existe. Y habría que poner por escrito, por ejemplo, cómo ha de ser el uso de los vestuarios de los agentes en los módulos compartidos.

A sus 41 años, Rufino lleva 16 en el Cuerpo Nacional de Policía. Y fue él, con un grupo de compañeros que abanderaban las reivindicaciones LGTBI, quien decidió poner en marcha la asociación. «Llegó a nuestros oídos que varias personas del colectivo no quisieron ir a denunciar a la Policía porque pensaban que no iban a ser bien atendidas. O el caso de un agente que tenía problemas con su pareja y se veía incapaz de ir a una comisaría y gestionarlo», cuenta Rufino, que además de funcionario había sido finalista en Mister Gay España y ya era conocido dentro del colectivo como el poli gay. «Como ya tenía algo de experiencia con las entrevistas, me convertí en la cara visible de LGTBIPol».

-¿Ese farallón de visibilidad le ha pesado en alguna ocasión?

-No, e incluso diría que me ha ayudado a ser más feliz. Porque una vez que sales del armario y das la patada en la puerta, ya no hay marcha atrás ni nada que temer. De todas formas, yo nunca lo he ocultado, salvo una época en la que mi pareja era inspector y él no quería airearlo, así que si yo salía del armario inevitablemente le sacaba también a él. Además, yo jamás he escondido mi pluma, y he dado por hecho que tarde o temprano se sabría.

Begoña Gallego Luis, también policía nacional, es la presidenta de la asociación. Ella mejor que nadie conoce las asignaturas pendientes de esta lucha que, con frecuencia, se mueve en arenas movedizas. Una lucha que en su caso es de doble carril: es una agente lesbiana, pero también es una agente mujer. «La Policía es un reflejo de la sociedad, y las mujeres seguimos invisibilizadas en muchos entornos», reconoce. «Dentro del cuerpo, y no me corto en decirlo, sigue habiendo mucho machismo». ¿Y homofobia? «La misma que en el resto de la sociedad».

Begoña Gallego Luis, presidenta de la asociación.

Le pedimos a Begoña algunos ejemplos: «A la hora de detener a un varón, siempre tiene que ir otro hombre conmigo. Y eso lo puedo llegar a entender, por una cuestión de paridad de la fuerza física. Pero cuando se trata de ascensos, de los puestos importantes de confianza… con las mujeres se cuenta muchísimo menos. Y lo sé porque mi pareja tienen un cargo en la Policía y se encuentra en reuniones donde hay siete jefes y quizá sólo dos jefas».

En estos ocho años de historia de LGTBIPol, uno de los episodios que más polvareda levantó fue cuando en 2018 algunos de los miembros de la asociación quisieron desfilar en el Orgullo de Madrid con sus uniformes. En el caso de los policías nacionales, el Ministerio del Interior, comandado por Fernando Grande-Marlaska (abiertamente homosexual), les dio una autorización que terminó siendo revocada la víspera de la manifestación. «Lo único que queríamos era dar visibilidad al Cuerpo, igual que se hace en otros Orgullos del mundo, como en el de Nueva York, donde una representación de agentes desfila con su uniforme. Pero el día antes, el secretario de Estado de Seguridad nos dijo que no iba a poder ser, porque habían recibido unas llamadas de última hora, ‘presiones políticas’. El mismo día de la manifestación, Markaska nos recibió en su despacho. Se hizo una foto con nostros y la subió a las redes sociales para mostrarnos su apoyo, pero nos dio a entender que estaba atado de pies y manos».

Explica Rufino: «Queríamos que fuese algo similar a las procesiones de Semana Santa, donde siempre hay una representación oficial de la Policía. Pero se agarraron a un tema jurídico: y es que las procesiones no se consideran un acto reivindicativo y el Orgullo sí, y los estatutos no permiten que los agentes nos posicionemos».

Más suerte tuvo Arantxa Miranda, policía municipal de Madrid y también miembro de LGTBIPol, pues ella sí que obtuvo los permisos del Ayuntamiento -con la entonces edil Manuela Carmena- para desfilar uniformada. «Entregué el arma y la placa y fui en la manifestación con una representación de agentes de otros países, pero no con mis compañeros de la Policía Nacional », dice. Con lo que no contaba Arantxa es con el odio que aquel paseíllo reivindicativo iba a desatar en redes sociales. «Me pusieron verde. Y no por mi orientación sexual, sino que recurrieron a mi trayectoria profesional. Dijeron que yo jamás me había puesto las botas de Policía y que sólo usaba el uniforme para hacerme fotos. Era todo mentira, porque hasta entonces yo había estado en muchas investigaciones de la Policía, como la Operación Surco contra aluniceros, había sido motorista de tráfico…».

Arantxa Miranda, agente municipal.

Hoy, Arantxa es la cara visible de la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid, una comisaría pionera en España especializada en los delitos de odio, una coctelera en la que entra la discriminación por racismo, xenofobia, orientación e identidad sexual, género, prácticas religiosas, origen étnico, diversidad funcional, discapacidad, ideología… Por su trabajo en esta Comisaría de la Diversidad, Arantxa ha dado muchas formaciones a otros compañeros. Y aunque los agentes reciben estas actualizaciones con muy buen talante, recuerda algún caso aislado de rechazo frontal: «En una formación de inspectores en Ávila, yo estaba hablando del cacheo a personas trans, y uno de ellos dijo que no estaba de acuerdo con lo que estaba contando, se levantó y se fue». Y sin embargo, Arantxa reconoce que el Ayuntamiento de la capital, «independientemente de los partidos, está haciendo un gran esfuerzo en la formación de agentes en materia de diversidad».

¿Y qué hay de la polémica de algunos agentes que, aprovechándose de la nueva Ley Trans, han hecho el cambio registral de género? «Eso es un fraude de ley, porque te estás cambiando de sexo para beneficiarte de una serie de ventajas, por ejemplo en las pruebas físicas de una oposición», dice Begoña. «Pero una vez que se solicita el cambio en el Registro Civil, luego hay que ratificarlo delante de un juez. Yen estos años solo ha habido un caso: el de una persona que fue al registro y se benefició de las oposiciones por ser un varón. Pero luego todo eso se desestimó y se anuló. No es tan fácil como la gente cree. De hecho, los trans que hay en el Cuerpo se pueden contar con los dedos de una mano».

En el caso de la Guardia Civil, mucho más vinculada a los entornos rurales, la situación de sus agentes LGTBI es a menudo más peliaguda. «Cuando entré en la academia, tuve que meterme de nuevo en el armario», confiesa Antonio (nombre ficticio), de 43 años. «Además yo tuve una vocación tardía, llegué allí con 39 años y estaba rodeado de chavales de 25 que no sabes de qué palo van. Entonces busqué en Google alguna asociación que pudiera representarme, me encontré con LGTBIPol y me hice socio. En estos cuatro años, en cada uno de los destinos en los que he estado he ido con tiento al principio, imagino que como en cualquier otro trabajo. Hay algunos jefes de la vieja escuela a los que la gente todavía les tiene miedo. Pero poco a poco me he ido abriendo. Y hoy mi marido viene a los eventos del cuartel, mi situación civil con otro hombre está absolutamente normalizada, e incluso yo mismo participo de las bromas subidas de tono, que las hay, como las hay de los heteros, con total naturalidad».

Pablo (también nombre ficticio) es otro de los guardias civiles de LGTBIPol. «Como en estos entornos nadie cuenta nada, te sientes un poco solo», explica. «Ellos hablan abiertamente de mujeres, de sus conquistas del fin de semana… Y tú te callas, porque quieres dar una imagen respetable y que tu condición sexual no manche tu profesionalidad. Me destinaron a un pueblo, y ya era famoso antes de llegar: me convertí en el guardia civil gay en ese y todos los pueblos de la comarca, y al ser homosexual estás en el punto de mira». Pablo recuerda incluso el bullying al que le sometió un mando durante bastantes meses: «No hacía referencias explícitas a mi condición sexual, pero me ridiculizaba delante de los otros agentes con cuestiones del trabajo… Me afectó psicológicamente y en mi rendimiento, y lo pasé realmente mal». Tras cambiar de destino, hoy Pablo confiesa encontrarse «fenomenal».

Desde 2016, el gran caballo de batalla de LGTBIPOL ha sido la toma en consideración cada vez más profesionalizada de los delitos de odio. «No es fácil, porque se trata de algo subjetivo», explica Arantxa, muy familiarizada con todos los casos que llegan a la Comisaría de la Diversidad. «Yo te puedo llamar ‘maricón’ porque tienes una expresión de género no acorde a lo que yo entiendo por masculino. Y a lo mejor ese día revientas porque llevas años con esa mochila de ser el maricón, y te atreves a denunciar. Pero para tipificarlo como delito de odio tiene que haber una gratuidad de los hechos, o unos antecedentes, o la intención de ir contra el colectivo y no contra una persona en concreto… Ynosotros te vamos a atender con mucha empatía, te vamos a intentar tranquilizar, se va a investigar, podemos incluso hacer una mediación antes de ir por la vía penal o administrativa… Pero a lo mejor no hay un hay un delito de odio, sino un hecho odioso».

Begoña va un paso más allá: «Voy a tirar piedras sobre nuestro propio tejado, pero es verdad que se dan muchos casos que son una filfa. Si a mí alguien me llama ‘lesbiana’, me doy media vuelta y me marcho. Pero hay gente que por un insulto de ‘maricón’, algo que no debería pasar y está mal, por supuesto, denuncia. A veces tenemos la piel muy fina, saturamos el sistema… Y no hay que olvidar que los delitos de odio son algo muy serio».

Cómo impactan las violencias en la salud mental de las personas LGBTQ+ de Perú

Un informe realizado por segunda vez en Perú revela las consecuencias en la salud mental de las personas LGBT tras sufrir violencia y discriminación.

LIMA, Perú. El II Estudio de Salud Mental LGBTIQ+ de Más Igualdad registra cifras alarmantes sobre distintos tipos de violencia, discriminación y “terapias de conversión” que padece la comunidad. Y, en consecuencia, altos índices de afecciones en la salud mental. Les principales víctimas son las personas trans, no binarias, intersex y bisexuales.

“Esta persona -la que me abusó sexualmente- me hizo mirarme al espejo y decir que nunca más iba a besar a una mujer. Me acuerdo que yo estaba desnuda y me puso frente al espejo y me hizo decir que yo estaba anatómicamente hecha para un hombre. Y que no puedo besar a una mujer. Me dijo que me tape la boca y me decía que me estaba limpiando”, relata a Más Igualdad Andrea, mujer cisgénero y bisexual, 31 años, sobre el asalto sexual que sufrió a causa del machismo y el odio hacia su orientación sexual.

Agencia Presentes tuvo acceso al informe final de la ONG Más Igualdad, el cual revela problemas en la salud mental de las personas LGBTIQ+ por diversos abusos padecidos y la constante estigmatización de la que son víctimas. Incluso, por parte de les profesionales que deberían proteger su bienestar emocional.

Prácticas violentas

La publicación de este estudio cobra más relevancia en el escenario actual. El 2024 será recordado como el año en que el Ministerio de Salud de Perú emitió un Decreto Supremo que considera a la identidad trans como una enfermedad. Un año más en el cual no se ha incluido en la Ley de Salud Mental la prohibición y sanción de las “terapias de conversión”.

Mientras esto último no cambie las infancias peruanas seguirán siendo víctimas de crueles prácticas, como la ocurrida hace pocos meses con niños torturados con plantas de ortiga por tener un “comportamiento femenino”, en la comunidad awajún, departamento de Amazonas.

El estudio obtuvo una muestra de 1267 personas LGBTIQ+, o que se encuentran en cuestionamiento de serlo, en Lima y regiones. Este grupo se identificó como personas trans (15%), no binaries (13%), intersex (2%). En cuanto a la orientación sexual bisexuales (40%), gays (45%), lesbianas (11%) y asexuales (10%). Los porcentajes pueden sumar un número mayor al 100% porque hay quienes pueden identificarse con dos etiquetas al mismo tiempo. Por ejemplo, alguien puede identificarse como intersex y lesbiana, o como no binarie y bisexual.

Presentación del II Estudio de Salud Mental LGBTIQ+. A la izquierda una de les autores del informe, Alex Hernández 
Foto: Más Igualdad.

Acoso y violencia sexual

“Cuando salgo a la calle procuro arreglarme, dependiendo de mi estado de ánimo. Entonces, si ven literalmente a una fémina, tal cual, la agresión está presente, que es algo que viven la mayoría de mujeres con su día a día. Pero cuando salgo como masculinidad trans, la cosa cambia. Porque es como si quisieran ponerse en un jueguito de ver si tienes o no tienes tetas”, comparte a Más Igualdad Demian, transmasculino no binario, 21 años.

El testimonio de Demian evidencia el acoso sexual que recibe de manera frecuente un 38% de la comunidad LGBTIQ+. De este número las identidades con un porcentaje más alto son las personas trans (59%), no binaries (51%), intersex (42%) y bisexuales (41%).

Imagen: Más igualdad.

La activista de Fuerza No binarie, G Santos, explica a Presentes que se tiene preconcebida la idea de que una persona no binaria (NB) “es sinónimo de una persona que está abierta a cualquier tipo de experiencia sexual. O que disfrutan que les hagan comentarios con connotación sexual. Eso nos pone en una situación de vulnerabilidad tanto en espacios heterosexuales como LGBT”, afirma.

El estudio también registró que un 34% de la comunidad sufre siempre o casi siempre violencia verbal o psicológica. Y que la cifra se incrementa en personas no binaries (59%), trans (53%) e intersex (48%). También suben los números de estas tres identidades respecto a agresiones físicas, amenazas y el hecho de sentirse amenazades. Además, se reportó que un 10% de la comunidad sufre de manera frecuente violencia sexual, aumentando los números en personas trans (44%), no binaries (39%) e intersex (39%). Se debe resaltar que el 31% de la muestra de personas LGTBIQ+ registró haber padecido agresión sexual al menos una vez en sus vidas.

“El Perú es un país machista. Todo lo que se sale del estereotipo masculino es castigado socialmente. Por eso las personas que somos parte de la diversidad de género sufrimos más violencia y discriminación”, dice a Presentes Leyla Huerta, mujer trans fundadora y directora de Féminas Perú. “No se nos acepta como ciudadanes, pero sí como objetos del placer. Por eso es que las mujeres trans estamos en situación de prostitución”, informa.

Para Alex Hernández, investigadora del estudio, psicóloga y activista bisexual de Más Igualdad (el otro investigador es el psicólogo y activista gay Rodrigo Flores, de la misma ONG), la violencia sexual hacia la comunidad muchas veces es utilizada como un “arma correctiva”. Agrega que “en el caso de masculinidades trans, como en el caso de las lesbianas y en el caso de cualquier persona que es asignada mujer al nacer y que tiene una identidad diversa siempre está latente el riesgo de ser víctimas de “las violaciones correctivas”.

G Santos en el bloque No Binarie de la Marcha del Orgullo 2024, en Lima
Foto: Yacila Y. Sprungli

Estrés “de minorías”

Les investigadores del estudio midieron en las personas encuestadas el estrés de “minorías”, “modelo teórico que reconoce que existen condiciones y eventos adversos que experimentan las personas LGTBIQ+ por ser un grupo “minoritario” (entendido como opuesto al grupo “mayoritario” en la sociedad). Esto genera un estrés específico y adicional que puede afectar su salud mental a largo plazo”. Este tipo de estrés se plasma en los siguientes pensamientos y actitudes.

Un 48% de la comunidad reportó de manera frecuente que su pensamiento más repetitivo es tener que “prepararse mentalmente para recibir faltas de respeto por ser LGBTIQ+”. Un 46% se preocupa de forma recurrente “sobre qué pasará cuando las personas se enteren que soy una persona LGBTIQ+” y un 36% casi siempre o siempre registró mantenerse “en alerta y en guardia porque he temido que algo malo me ocurra por ser una persona LGBTIQ+”.

También se observó que el 63% de la muestra experimenta angustia siempre o casi siempre por vivir en un país que no reconoce sus derechos, lo cual repercute en su proyecto de vida. Este porcentaje aumenta a 80% para la población trans y 71% para la población no binaria.

Porcentajes se disparan en personas trans

El 38% de las personas encuestadas ha recibido alguna vez un diagnóstico clínico sobre su salud mental. Estas cifras aumentan en la comunidad bisexual (45%), trans (54%) y no binarias (55%). Además, se indica “que los trastornos de ansiedad y depresión son los más frecuentes de ser diagnosticados (34% y 27%, respectivamente) en la comunidad”. Se destaca que “son preocupantes los niveles de trastornos de ansiedad identificados en la muestra bisexual (91%), trans (91%) y no binaria (90%)”.

Más Igualdad también hizo preguntas a las personas encuestadas para conocer su estado de salud mental, basándose en la propia evaluación de las personas acerca de sus emociones y experiencias. “La desregulación emocional se presenta en niveles altos y muy altos. En el 66% de la muestra, los síntomas de depresión en niveles altos y muy altos en 44% y finalmente, un preocupante 26% presenta ideación suicida casi siempre o siempre”, se lee.

Imagen: Más Igualdad.

En todos los índices medidos las personas trans registraron niveles más altos que la muestra general LGBTIQ+, incluyendo la ideación suicida. Para Leyla Huerta esta situación se debe “al constante bombardeo de mensajes en contra nuestra, que no eres parte de, que no debiste nacer. Violencia en todos los espacios. Esto hace que esas cifras sean tan altas en una comunidad que es muy atacada desde que somos muy niñes”, explica a Presentes.

Casi 1 de 4 personas LGBTIQ+ pasó por “terapias de conversión”

“Un psiquiatra me dijo que la solución era darme estrógenos, para así dejar de sentirme un chico. Que con hormonas femeninas todo se arreglaba”, cuenta a Más Igualdad Manolo, transmasculino y bisexual, 32 años. Su testimonio evidencia una de las técnicas perversas, -como lo es el tratamiento hormonal-, que se utilizan en las “terapias de conversión”, cuyo fin es buscar “cambiar”, a como dé lugar, la orientación sexual, identidad o expresión de género que no se ajuste a la heteronormatividad.

Prestigiosas instituciones internacionales como la Organización Mundial de la SaludOrganización Panamericana de la Salud (OPS)Asociación Americana de Psicología (APA), entre otras, han condenado estas terapias debido a que son “una grave amenaza para la salud y el bienestar de las personas”. La ONU también concluyó que utilizan métodos considerados torturas.

El estudio revela que casi 1 de 4 personas encuestadas (23%) alguna vez en su vida han pasado por “terapias de conversión”, tanto por iniciativa propia (11%), como de forma obligada (15%). Las razones más frecuentes de quienes fueron por su propia voluntad es que “tenía miedo de no poder ser feliz” (57%) y “no quería decepcionar a mi familia” (57%). Estos porcentajes son más altos entre personas trans y no binarias.

En tanto, el 15% de la muestra que respondió que habían sido obligades a ir a estas terapias dijeron, en su mayoría, que fueron llevades cuando eran adolescentes (66%), principalmente por sus padres o cuidador principal (75%). El 72% dijo que la realizaron en algún centro de salud mental o fue hecha por un profesional de salud mental. Un 47% indicó que en la iglesia o por una autoridad religiosa. Las técnicas más frecuentes fueron psicológicas (84%), de tipo religioso (16%), tratamientos hormonales (9%) y terapia electroconvulsiva (5%).

Casi todes reportaron secuelas luego de las “terapias de conversión”: problemas en la salud mental (71%), depresión (36%), estrés postraumático (24%). El estudio encontró “que existe asociación entre haber pasado por “terapias de conversión” y un índice más alto de ideación y pensamientos suicidas y consumo problemático de sustancias”. Estas cifras se reflejan en el testimonio que brinda a Más Igualdad Majo, lesbiana, 30 años: “La consecuencia fue que me deprimí muchísimo y pasé por otro intento de suicidio”.

Salud excluyente

“No es posible que las personas LGBTIQ+ debamos ocultar nuestra identidad para recibir atención. Yo he tenido que ir en falda o en vestido. He tenido que presentarme de manera femenina para recibir atención”, dice a Más Igualdad Alexander, transmasculino, 26 años, sobre un centro de salud público al que acudió. El testimonio de Alexander evidencia la data obtenida sobre las barreras que existen para una atención de la salud mental sin discriminación. “El mayor obstáculo es el costo de la atención (55%), la poca capacitación que tienen los profesionales de salud mental en enfoque afirmativo o su poca preparación y/o experiencia en el trabajo con población LGBTIQ+ (41%), así como la poca información a disposición de las personas sobre profesionales que trabajen con enfoque afirmativo (41%)”, se lee.

También se halló que el 44% de la muestra atiende su salud de forma privada, un 23% en centros de salud público y un 28% no atiende su salud mental. En este último caso las cifras de personas trans y no binarias fue de 33% y 32% respectivamente. Además, el 19% de las personas encuestadas reporta haber pasado por situaciones de discriminación. En el caso de la comunidad trans el porcentaje llega a 41% y en la comunidad no binaria a 32%. Las cifras hacen referencia a espacios tanto públicos como privados.

Sin salida

G Santos comparte a Presentes su opinión sobre los espacios de salud mental estatales en Perú. “Si una persona no binaria desea asistir a un centro de salud público tendrá que mentalizarse que le van a llamar por su nombre legal (el nombre que aparece en el DNI). Para muchas personas, incluyéndome, los nombres legales terminan generando disforia. De antemano sé que cuando llegue a la consulta voy a estar con síntomas terribles para mi salud”, afirma.

Sus palabras describen la profunda sensación de angustia e incomodidad que causa a las personas no binarias ir a un lugar estatal para revisar su salud mental. “En muchos casos no vamos a poder hablar sobre nuestra identidad o expresión de género, porque el psicólogo puede verlo como algo negativo o caer en “terapias de conversión”. El problema es que, si no me protege el Estado y no tengo los medios para costear una terapia privada, me quedo sin tratamiento. No hay salida”, cuestiona.

Bisexualidad negada

Más Igualdad presentó a las personas encuestadas varias frases estereotipadas y discriminatorias que suelen escuchar las personas LGTBIQ+ en espacios de atención a la salud mental, con la finalidad de que seleccionen las que más han experimentado. Frases bifóbicas producto del prejuicio fueron las más escuchadas: “las personas bisexuales esconden una homosexualidad latente” (53%) y “las personas bisexuales están confundidas con su orientación sexual y necesitan definirse” (47%).

Al respecto, Alex Hernández comenta que la ONG tiene un proyecto de salud mental llamado El Directorio, una base de datos pública integrada por profesionales de la salud mental afirmativa, que han sido previamente evaluades para poder atender con eficacia a la comunidad.

Durante el proceso de selección se observó que la forma de trabajo con gays y lesbianas era excelente, pero al preguntarles como atenderían a una persona bisexual bastantes respondían que “son personas que necesitan ayuda para descubrir su homosexualidad”. “Existe la creencia errónea de que la orientación sexual solo puede estar orientada hacia un género. Evidentemente estas personas no forman parte de nuestro directorio. La bifobia es un tema del que debemos hablar y combatirla”, expresa a Presentes.

Foto: Gentileza Féminas Perú realizada durante la protesta frente al Ministerio de Salud por el decreto que considera a las personas trans como enfermas 

Fuente: https://agenciapresentes.org/2024/11/13/como-impactan-las-violencias-en-la-salud-mental-de-las-personas-lgbtq-de-peru/

Premio Cervantes 2024 para Álvaro Pombo, escritor español y LGBT

El literato y vocero de la comunidad LGBT recibirá el premio más prestigioso de las letras en castellano.

El escritor español Álvaro Pombo es el ganador este año del Premio Cervantes, el más prestigioso de las letras en castellano, anunció este martes el ministro español de Cultura, Ernest Urtasun.»Álvaro Pombo ha creado aquello que define a los grandes escritores, un mundo literario propio, imperecedero e imprescindible, que conmueve», afirmó el ministro al leer el fallo del galardón.

Álvaro Pombo y García de los Ríos (Santander, España, 1939) es un poeta, novelista y expolítico español, académico de la Real Academia Española desde 2004.

Desde que en 1973 se publicó su primer libro de poesía, «Protocolos», Pombo se ha considerado una voz personal y única en la literatura española. Ganó el premio El Bardo con su obra «Variaciones» en 1977.

Ese año regresó a España, publicándose también su primer volumen de narrativa, «Relatos sobre la falta de substancia», que contenía un gran número de historias cortas protagonizadas por personajes homosexuales.

​Y es que el tema gay está presente en varias de sus obras, siendo que el autor de 85 años ha reconocido su homosexualidad en numerosas entrevistas, dando su opinión a ciertos temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Fuente: https://diario.elmundo.sv/escena/premio-cervantes-2024-para-alvaro-pombo-escritor-espanol-y-lgbt

Anuncian en Chile la XVII versión del ‘Orgullo Parade’ por los derechos LGTBI

Santiago de Chile, 11 nov (EFE).- El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) de Chile anunció este lunes la XVII versión de ‘Orgullo Parade’, una marcha para la promoción de los derechos LGTBI debido a la «falta de nuevas medidas” que protejan la igualdad y “el incremento de los discursos de odio”.

Programada para el próximo sábado en el centro de la capital chilena, coincidiendo con el Día Nacional de la Diversidad, la marcha busca advertir el peligro que enfrentan los derechos ya conquistados por el colectivo, como el ‘Programa de Acompañamiento para niños, niñas y adolescentes trans’.

“Estamos pasando por uno de los más crudos y difíciles panoramas para la promoción de nuestros derechos humanos. Es tiempo de salir a la calle y promoverlos con fuerza”, señaló el Movilh a través de un comunicado.

La agrupación señala que durante los últimos años aquellas personas e instituciones que se declaraban públicamente a favor de los derechos LGTBI comenzaron a silenciar sus narrativas, mientras que las opositoras iniciaron “un proceso de reestructuración” e incrementaron sus discursos de odio.

“Sin duda uno de los sectores más afectados ha sido el de las personas trans, en especial niños, niñas y adolescentes”, dijo la vocera del Movilh, Javiera Zúñiga.

“El último año se convirtió en el peor para la promoción de los derechos LGBTIQ+ debido a un aumento del 52,6 % de los casos de discriminación; con un total de 1.597 abusos, la cifra más alta conocida”, subrayó.

La representante también confesó que se han incrementado en un 123 % los discursos de odio, junto con un “estancamiento o el más débil avance en la generación o el perfeccionamiento de leyes o políticas públicas a favor de los derechos LGBTIQ+”.

El Movilh precisó que durante la marcha se difundirán materiales informativos para que las personas LGTBI conozcan las leyes y políticas públicas que les protegen.

Desde la organización también anunciaron que se insistirá en la necesidad de reformar la ley de no discriminación -conocida como Ley Zamudio-, y de contar con una Ley de Educación Sexual Integral, así como en la importancia de mantener el “Programa de Acompañamiento para Niños, Niñas y Adolescentes trans”.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/anuncian-en-chile-la-xvii-versi%C3%B3n-del-%27orgullo-parade%27-por-los-derechos-lgtbi/88094876

Emily Randall, la primera mujer latina lesbiana en el Congreso de Estados Unidos

“Hicimos más que ganar esta elección: hicimos historia”, dijo Emily Randall en un comunicado, tras ganar su elección para el Congreso, representando a Washington. La demócrata obtuvo el 57% de los votos frente al 43% de su oponente, el senador estatal republicano Drew MacEwen.

“Juntos, derribamos tres techos de cristal. Cuando asuma el cargo en enero, seré la primera congresista y la primera persona de color en ocupar este puesto, la primera persona abiertamente LGTB en representar al estado de Washington en el Congreso y la primera latina lesbiana en el Congreso”.

Randall, ex recaudadora de fondos de Planned Parenthood y miembro del Comité de Educación Superior y Desarrollo de la Fuerza Laboral del Senado de su estado, hizo de los derechos de las mujeres y las cuestiones económicas un tema central en su campaña.

“Lo que aprendí en ese trabajo es que es muy importante que seamos firmes en nuestro compromiso con la libertad reproductiva porque no son solo las demócratas de izquierda las que se preocupan por el derecho al aborto”, dijo Randall a LGBTQ Nation en mayo sobre su tiempo en Planned Parenthood. “Son las votantes indecisas en Arizona y Nevada. Son las republicanas en muchas comunidades. Son personas que entienden que nuestra autonomía corporal y nuestra capacidad de tomar decisiones sobre nuestras familias y nuestros maestros es muy importante. Y eso me lo han confirmado una y otra vez en mis elecciones aquí en mi distrito morado».

Emily está casada desde hace un año con su esposa, Alison.

Fuente: https://ovejarosa.com/emily-randall-la-primera-mujer-latina-lesbiana-en-el-congreso-de-estados-unidos/

Temor e incertidumbre: La comunidad trans en Estados Unidos ante un futuro incierto

Las últimas elecciones presidenciales en los Estados Unidos han dejado un sabor amargo en la boca de muchas personas transgénero; la victoria de un candidato conocido por su retórica anti-LGBTQ+ ha generado un clima de incertidumbre y miedo en la comunidad trans.

La campaña del presidente electo se caracterizó por una serie de ataques directos a la comunidad trans, incluyendo propuestas para prohibir los tratamientos de afirmación de género, bloquear fondos federales para la atención médica trans y sancionar a los maestros que reconozcan a los niños trans. Estas propuestas, que forman parte central de la plataforma del nuevo gobierno, han alimentado un sentimiento de miedo e incertidumbre en la comunidad trans.

El discurso del presidente electo, que ha desprestigiado a las personas trans y ha difundido información errónea, ha encontrado eco en una parte significativa del electorado. Anuncios de ataque que circularon durante la campaña, con mensajes sobre el uso de pronombres como «they/them» y los derechos de las personas trans en las prisiones federales, apuntaban a generar temor sobre los derechos de la comunidad trans, reforzando una narrativa de «peligro» y «debilidad» social.

La situación para la comunidad trans en muchos estados ya era tensa, con leyes locales que restringían el acceso a la atención médica, la posibilidad de usar baños que coincidan con su identidad de género y la actualización de documentos oficiales. Los activistas temen que estas restricciones se extiendan a nivel federal, especialmente con un Congreso que podría estar más alineado con las políticas conservadoras del presidente electo.

La victoria del candidato anti-LGBTQ+ ha generado una profunda sensación de desesperación en la comunidad trans. «Estamos en un momento muy peligroso», afirma Erin Reed, activista trans y periodista, quien ha observado un aumento en la demanda de servicios de apoyo psicológico debido al estrés generado por los recientes eventos.

En medio de este ambiente incierto, organizaciones como The Trevor Project continúan brindando apoyo vital a los jóvenes LGBTQ+ que luchan contra pensamientos suicidas y emociones extremas. «Estamos aquí para ustedes», asegura Jaymes Black, CEO de la organización, haciendo un llamado a la esperanza y la perseverancia frente a la adversidad.

Líderes dentro de la comunidad trans, como Honey Mahogany, abogan por una solidaridad más profunda entre todos los sectores sociales. «Necesitamos acción colectiva más allá de las promesas verbales», enfatiza Mahogany, instando a la creación de espacios seguros y un compromiso genuino para defender los derechos de las personas trans.

Fuente: https://eldiariodesonora.com.mx/internacional/2024/11/08/temor-incertidumbre-comunidad-trans-estados-unidos-futuro-incierto.html#goog_rewarded

pagina :archive-loop.php