Activistas de la Casa Trans de Cochabamba elaboraron y difunden un documental de tipo testimonial en el que comparten sus denuncias y experiencias con el fin de acabar con la discriminación que sufren día a día. Mujeres trans, espacios educativos y laborales son escenarios de discriminación
Desfile de las diversidades LGBT en 2022./DICO SOLÍS
Los colegios, universidades, institutos y espacios laborales son los escenarios donde se percibe mayor discriminación hacia las mujeres trans, después de sus propios hogares, donde ellas mismas relatan que recibieron burlas, reclamos e incluso fueron víctimas de violencia.
Esta situación lleva a muchas de ellas a optar por empleos que ofrecen salarios demasiado reducidos, las exponen a la explotación laboral o, finalmente, las llevan a ejercer el trabajo sexual en condiciones de inseguridad que ponen su salud e incluso su vida en peligro.
Con un documental testimonial, «Historias y realidades de las mujeres trans de Cochabamba», activistas de la Casa Trans de este departamento comparten sus denuncias y experiencias buscando concienciar a la población acerca de la igualdad de derechos que se debe respetar para toda la población en conjunto, sin ninguna diferenciación.
«Las mujeres trans no pueden ejercer su profesión, no son contratadas por el prejuicio, el tabú y la falta de confianza», afirma la activista Chantal Cuéllar.
Grecia Funes es emprendedora, activista y ayudante de costura en el taller de una hermana suya. Su pasión más grande es el baile y la llevó a participar de entradas folklóricas en varias ciudades. Hubo un tiempo en el cual bailó como dama de compañía en un local nocturno de Santa Cruz, pero, con los años, fue recibiendo menos contratos, por lo que afirma que extraña su juventud y la figura esbelta que solía tener.
Avencia Gutiérrez se identifica como microemprendedora. Ella es de Arque, así como su madre. Se dedica a la venta de carbón en una vía carretera, pero cuando las cosas no salen bien allí, acude a La Cancha a vender cuanto producto encuentre y así poder subsistir.
Su carácter solidario la llevó a rescatar y rehabilitar perros callejeros, muchos atropellados, para luego darlos en adopción. Actualmente se hace cargo de unos 10 cachorros.
Mia Sofía Vargas Lupa es estudiante de derecho y activista. Ella inició su transición de género ya estando en la universidad. Siempre fue una estudiante destacada, a quien incluso sus docentes solían hablarle de actividades extracurriculares y oportunidades de estudio. Sin embargo, lamenta que ya siendo una mujer trans los profesores hayan reducido el contacto al mínimo y jamás volvieron a felicitarla por su buen rendimiento académico.
Mackenzie Baptista, una estudiante muy joven aún, recuerda cómo sufría acoso y discriminación en el colegio, con profesores y directores que le pedían «ser más hombrecito».
ENCUESTA
Según datos de la Encuesta a Población Trans Femenina que ejerce el Trabajo Sexual en Bolivia, el primer espacio de discriminación es el familiar, luego están las escuelas y colegios, donde sufren bulliyng y acoso.
Gran parte de esta población culminó sus estudios en secundaria, luego están quienes terminaron la primaria y unas pocas tienen formación universitaria.
El mayor porcentaje de las mujeres trans encuestadas manifiesta haber iniciado su vida sexual entre los 12 y 14 años e indica que la primera vez que recibió dinero a cambio de relaciones sexuales tenía entre 17 y 19 años, y anuncia en redes sociales sus servicios, a pesar de la inseguridad.
LOGROS
La apertura de la Casa Trans en las tres principales ciudades del país es un logro para este grupo poblacional, que cada día halla protección y cuidado dentro de su propio círculo.