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Mural sobre activista trans insta al respeto de las diversidades en Bolivia

La lucha de la activista transexual boliviana Pamela Valenzuela, quien murió el año pasado, quedó retratada en un mural que se presentó este viernes en una de las estaciones del teleférico de La Paz, con lo que se busca crear mayor conciencia sobre el respeto a las diversidades sexuales en Bolivia.

La lucha de la activista transexual boliviana Pamela Valenzuela, quien murió el año pasado, quedó retratada en un mural que se presentó este viernes en una de las estaciones del teleférico de La Paz, con lo que se busca crear mayor conciencia sobre el respeto a las diversidades sexuales en Bolivia.

Valenzuela falleció a los 58 años en junio del año pasado por complicaciones de la covid-19 y es uno de los símbolos de la lucha por los derechos LGBTI, precursora de la ley de Identidad de Género vigente desde 2016 y la primera mujer transexual en Bolivia que registró esa condición en sus documentos personales.

En la parte central del mural se identifica a Valenzuela con su típico cerquillo, pelo recogido y unos lentes grandes abrazando con intensidad a una mujer, mientras que en la parte inferior aparecen las siluetas de una pareja de mujeres y otra de varones.

En declaraciones a Efe, el director de la Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural «Libertad», Alberto Moscoso, indicó que junto al mural de Valenzuela se presentó otro con rostros de «activistas actuales y jóvenes» y que forman parte de un conjunto de retratos que también se realizaron en otros departamentos del país.

Con esta manifestación se quiere demostrar que «las diversidades están presentes», que no son algo traído de otro país ni una moda, sino que por mucho tiempo han estado «solamente ocultas, escondidas o invisibilizadas», afirmó.

En la presentación del mural de Valenzuela también estuvo presente su sobrina Karina Criales que, junto a sus hijos, convivieron por muchos años con la activista.

Pamela «ha sido una segunda madre para mí» y para mis hijos, «una segunda abuelita» con la que «no hacía falta nada de amor», recordó emocionada.

Criales señaló que aunque Valenzuela tenía varias hermanas y hermanos, fueron ella y sus hijos los que finalmente conformaron su familia más cercana.

También dijo que cuando ella inició su transición de género en la adolescencia, provocó un «choque» con su familia y que desde que asumió su identidad la relación quedó muy distante.

Tras un año del deceso de Valenzuela, Criales consideró que se siente con el deber de representarla y de «evitar que se le olvide» y que por ello busca asistir a la mayor cantidad de actos que promueven las diversidades sexuales.

«Mucha gente y muchas personas que no tienen su sangre la quieren, la admiran y la recuerdan, tal vez, más que su propia familia», indicó.

Criales consideró que su tía «ha abierto muchos caminos para que su comunidad pueda continuar».

Hace algunos días varias organizaciones de transexuales asistieron a la presentación de un proyecto de ley propuesto por el Gobierno del presidente Luis Arce, que establece ajustes en una norma vigente desde 2013 para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia.

Entre esos ajustes aparecen modificaciones para que los crímenes de odio, en los que una buena parte de las víctimas son transexuales, no queden impunes y con investigaciones o procesos judiciales sin avanzar.