La Conferencia Mundial de ILGA Mundo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, fue la más grande en la historia de esta organización. En el cierre se votó a Buenos Aires como próxima sede, en un abrazo de la diversidad frente al avance de la ultraderecha del gobierno de Milei.
CIUDAD DEL CABO (Sudáfrica), Enviadas especiales. Los cinco días que duró la Conferencia Mundial de ILGA Mundo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, estuvieron colmados de encuentros, debates y fiesta para la diversidad sexual. Fue la más grande en la historia de la organización: 1450 personas participaron del encuentro de activismos más grande a nivel global con propuestas para marcar la agenda LGBTIQ+. Al cierre, las colectivas decidieron abrazar la situación en Argentina al votar como próxima sede de la conferencia a Buenos Aires. Esto será en dos años y medio (2027): un modo de resistir al contexto de retroceso de derechos del gobierno de Javier Milei.
“Estamos felices y emocionades desde la región de América latina y el Caribe de que Buenos Aires haya sido elegida como la próxima sede de la Conferencia Mundial de ILGA, que es la red de organizaciones LGBTI más grande del mundo. Es un abrazo de todes les activistas y organizaciones del mundo. Y solidaridad para con la situación argentina en un contexto de retroceso con el gobierno actual que nos cercena derechos todos los días. Es importante para fortalecer nuestras luchas en un contexto difícil”, expresó a Presentes Darío Arias, cosecretario regional de ILGA LAC y fundador de Conurbanes por la Diversidad.
La postulación de Buenos Aires fue inicialmente una propuesta de esta organización junto con la CHA, 100% Diversidad y derechos, como miembras de ILGA. Luego fue apoyada por la región desde ILGALAC (América Latina y Caribe). En 2022 también había sido postulada Buenos Aires pero finalmente la candidatura se retiró para apoyar la de Sudáfrica.
La 31° Conferencia de ILGA Mundo se realizó bajo el lema Kwa Umoja (Nos levantamos), en referencia a una frase en swahili -la lengua más hablada en África- que celebra la unidad y el progreso colectivo. Del 11 hasta al 15 de noviembre en el Centro de Conferencias de Century City, en Ciudad del Cabo, se desplegaron 64 sesiones, 20 preconferencias y 6 paneles, donde participaron personas de 100 países. Entre ellas, el Experto Independiente de las Naciones Unidas sobre la protección contra la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género, Graeme Reid.
Desde Presentes, uno de los media partner del evento, estuvimos cubriendo el encuentro. Y María Eugenia Ludueña participó de la Preconferencia sobre medios y brecha digital, junto a colegas de la agencia Reuters (Reino Unido) y activismos de Jamaica y Uganda.
América latina pisó fuerte durante la Conferencia, aunque por dificultades en el visado y la lejanía su participación fue menor que la de otras regiones como la africana, cuya presencia sí fue destacada.
África anfitriona
Liberty Matthyse, integrante de Gender Dynamix, y y Jade Jacobs-Wor, de Iranti, organizaciones anfitrionas en Sudáfrica.
Luego de 25 años, África volvió a ser anfitriona de este evento mundial. Contó con el apoyo de las organizaciones locales Iranti y Gender Dynamix. “En el contexto mundial vemos un mundo de mayores conflictos. Hay violaciones y henocidio que se convierte en algo normal. A la luz de estas situaciones acogemos con beneplácito respetar los derechos humanos y reconocer la historia política y la lucha de lo que fue contra el apartheid aquí en Sudáfrica”, subrayó Liberty Matthyse, integrante de Gender Dynamix.
Cada espacio de encuentro en la Conferencia estuvo impregnado por una identidad con fuertes raíces en la ancestralidad, los lazos colectivos y la hospitalidad africana. Hubo una ceremonia de apertura, donde se pidió prosperidad y armonía, a cargo de pueblos indígenas, igual que en el cierre.
Voces y activismos de América Latina
«Vi mucha diversidad a mi alrededor. Me encanta poder compartir con tantos activistas a nivel mundial. Es un espacio para compartir nuestras experiencias, la situación de nuestros países, poder armar proyectos en común y unirnos entre países y aprender de los demás», sostuvo Dayne, del colectivo de las Diversidades Sexuales y de Género de Bolivia.
Entre los proyectos latinoamericanos estuvo el Archivo de la Memoria Trans Argentina, en una mesa en el centro del establecimiento donde ofrecían stickers, pines, remeras y fotografías. Todas las tardes, Carolina (Carola) Figueredo y Luciana Leiras, integrantes del Archivo, llevaban adelante una visita guiada. Personas de todo el mundo se conmovieron con los relatos de Carolina y de lo que tuvieron que atravesar ella y sus compañeras, de la violencia que sufrieron en dictadura y después, y de la importancia de la Ley de Identidad de Género que, como cuenta Carolina, les cambió la vida.
Ayito, de Espacio Tolomocho, en la Conferencia en Cape Town.
Desde Argentina también participaron el Espacio de arte y activismo disca Tolomocho. Y Argentina Intersex, que formó parte del panel sobre el Movimiento Intersex Global donde activistas de diferentes regiones compartieron los desafíos que afrontan: avance de derechas, estrategias de incidencia, la situación de las personas refugiadas, entre otros. Desde Corrientes, Solange Ayala, activista trans e integrante de Fundheg, organización que trabaja derechos sexuales y reproductivos, participó por primera vez de la Conferencia. «Estoy muy emocionada de encontrarme con mis compañeras trans del mundo. Para buscar juntas políticas que acompañen y abracen», dijo a Presentes.
Las personas LGBT y las crisis humanitarias tuvieron un panel donde se conversó acerca de cómo mejorar la coordinación entre las múltiples partes. Allí estuvieron el activista argentino Mariano Ruiz (DDHH y Diversidad), Andrea Ayala (RFSL, El Salvador), junto a activistas de Equal Asia Foundation y Rainbow Railroad.
El medio colombiano Sentiido tuvo una sesión especial donde Li Cuellar, cofundadore, presentó Transpoderosas. Se trata de un innovador juego de cartas para aprender sobre transfeminismos.
También Shane Cienfuegos, activista trans no binarie de Chile presentó “Cuerpas”, un proyecto que recorre las memorias y vidas de mujeres trans, travestis, transmasculinos, travos y no binaries, gestionado por OTD Chile.
Por primera vez en las ediciones de esta Conferencia, los sindicatos de distintas partes del mundo tuvieron una presencia marcada. “La comunidad LGBTIQ+ es clase trabajadora. Su lucha es también nuestra lucha”, dijo Jordania Ureña Lora, en representación de la Confederación Sindical Internacional, en el panel de apertura del evento. Y agregó: “Vamos a seguir luchando por el cambio en nuestras estructuras internas, incluyendo a las personas de la comunidad LGBTIQ+. La solidaridad tiene que ser real.
A la hora de la votación de los nuevos representantes de ILGA Mundo, les latinoamericanes obtuvieron dos cargos. Alejandra Collette Spinetti Nuñez, del Colectivo Trans del Uruguay, fue electa presidenta del Comité Trans. Gabrielle Escobar, de la organización Comcavis de El Salvador, fue elegido titular del Comité de Juventudes.
“Eso significa una gran responsabilidad porque mi militancia es ser la voz de quienes no tienen voz. Mi idea es contactarme periodicamente con las diferenctes comunidades trans, no binarias, de género no conforme del mundo para llevar esa voz al comité directivo de ILGA Mundo”, dijo Spinetti Núñez a Presentes, luego de ser electa.
Les demás nueves representantes elegidos por organizaciones miembros de ILGA Mundo fueron Kimberly Frost (Estados Unidos) y Yuri Guayana (Italia) como co-secretaries. Mientras, asumió el Comité Bisexual Hamlet Nkwain; el Intersex, Obioma Chukwuike; y el de Mujeres, Angelica Polmonari.
Más unidad, más interseccionalidad
Ya desde la inauguración de la Conferencia, quedaron resonando las palabras que proponen un rumbo: interseccionalidad y unidad. En un contexto global marcado por el avance de derechas y ultraderechas, con movimientos que atentan contra la integridad y dignidad del colectivo LGBTIQ+, diferentes voces destacaron la necesidad de trabajar para fortalecer la unión del movimiento y pensar abordajes integrales.
“Mi llamado es que pensemos cómo nuestra diferencias han sido quienes nos han traído aquí. Nos han hecho, grandes, nos hacen únicas/os/es. Nos conectan con otras personas. Mi llamado es a que dejemos las diferencias de lado y nos levantemos en la unión”, compartió Luz Aranda, activista bisexual mexicana y ex co-secretaria de ILGA Mundo.
Luz Aranda, activista bisexual mexicana y ex co-secretaria de ILGA Mundo.
En la misma línea se pronunció Julia Ehrt, directora ejecutiva, con una advertencia: “Tenemos que estar alineados en nuestros enfoques, objetivos. Tenemos una tendencia a quedarnos en nuestros desacuerdos en lugar de ver nuestros objetivos en común. Y eso es un problema. Nos enfrentamos a actores anti derechos y anti géneros. Se unen contra el enemigo en común que somos nosotros”.
Un discurso ovacionado fue el de Mpho Tutu van Furth, activista por los derechos humanos, pastora anglicana e hija del clérigo, activista contra el apartheid y Nobel de la Paz, Desmond Tutu. Advirtió sobre el creciente conformismo que observa especialmente de parte de jóvenes, pero también de personas de otras edades. En un escenario de “resurgimiento de conservadores de ideologías nacionalistas que se oponen a los derechos de las minorías” que “se muestran con ideas ‘buenas’ y ‘frescas’, pero que en realidad son supremacistas y nos están matando”.
“La democracia no es un deporte y el voto no es un billete de entrada al juego. Es un recibo que hace que exijamos responsabilidad de nuestros representantes elegidos”, subrayó, al tiempo que reconoció la necesidad de pensar una lucha interseccional. “Es crucial reconocer que la comunidad LGBT también es parte de grupos marginados. Temas como clase, raza intersectan con orientación sexual, género, creando desafíos únicos que tienen que ser abordados de manera holística. Nuestra incidencia tiene que ser interseccional abordando las múltiples facetas de la discriminacion y opresión”, sostuvo.
Mpho Tutu van Furth, activista por los derechos humanos, pastora anglicana e hija de Desmond Tutu.
También participaron de la apertura representantes de Naciones Unidas y funcionarios del gobierno sudafricano. El viceministro de Mujeres, Jóvenes y Personas con Discapacidades, Mmapaseka Steve Emily Letsike, de parte del presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, ngresó con un fuerte aplauso de les presentes. Resaltó que aún no se ha hablado “de manera significativa de clase y raza” dentro de las comunidades LGBTIQ+. Mientras, reconoció que los derechos humanos no son “un asunto de ideología política, sino de vida o muerte, de libertad y de opresión”.
“Todos estarían mucho más felices en un mundo más igual”
Durante el encuentro se pidió por la liberación de todos los pueblos oprimidos, en especial por Palestina, Sudán y Congo, pero también por Haití, Uganda, Ucrania, Mozambique, Nueva Guinea, Níger y demás países en lucha.
Además de los paneles y charlas, en el encuentro no faltó oportunidad para poner el cuerpo al servicio de la causa. Dos noches y un taller que tuvo dos ediciones pusieron el foco en el ballroom. Contaron la historia de la cultura ball, gestada de forma clandestina y en resistencia a la cultura que los dejaba afuera, mientras emprendieron competencias de baile bajo categorías como Runway, Vogue y una en la que lucieron atuendos identitarios de sus países o comunidades de pertenencia.
El día arrancaba y cerraba con una meditación para el cuidado personal y comunitario. A petición, funcionaba un servicio de salud mental y una clínica de seguridad digital. También había un espacio de silencio para desconectar del ritmo vertiginoso de las sesiones.
n paralelo a la conferencia, activismos de Sudáfrica nucleades en el Pavement Special Collective, asumieron una posición crítica. Mantuvieron encuentros con ILGA pero también organizaron movilizaciones para protestar por la Conferencia. Algunas fueron adentro del edificio que albergaba al evento, con sombrillas rojas en representación del trabajo sexual, también pidieron por la liberación de Palestina. En un comunicado estas organizaciones expresaron su descontento, alegando que este tipo de eventos perpetúan la colonialidad y la supresión de las identidades indígenas.
Otras organizaciones locales hicieron un balance muy positivo. “Estamos orgulloses de haber acogido a la comunidad LGBTI mundial en África y de haber creado espacios para que ella sea testigo de cómo es el activismo en nuestro contexto, de nuestro trabajo con las comunidades de base, y de cómo seguimos avanzando hacia la igualdad de derechos para todas las personas. Que este evento sea un testimonio de la verdadera solidaridad que puede cobrar vida cuando diversos movimientos trabajan entre sí y forjan alianzas”, concluyeron Liberty Matthyse y Jade Jacobs-Wort, integrantes, respectivamente, de Gender DynamiX e Iranti, las organizaciones anfitrionas en Sudáfrica.
La Conferencia Mundial contó con la entrega de los Premios Internacionales del Orgullo, iniciativa conjunta entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e ILGA Mundo. Los cinco premios fueron para Ruslan Savolainen, de Rusia; Lize Ehlers (en la categoría aliada del colectivo); Imanni da Silva, de Angola; Sonia Correa, de Brasil; y Aaditya Rai, de Nepal.
Sonia Correa, activista e investigadora sobre derechos, feminismos, género y diversidades, se conectó en una videollamada para agradecer. “No debemos luchar por la igualdad simplemente porque es algo ideológico o un principio de la justicia, sino porque constituye un camino para que todos podamos ser felices y más alegres en sociedades complejas”, -expresó-. “Todos estarían mucho más felices en un mundo más igual”.