En reconocimiento a su compromiso con la realización de actividades que promueven la sensibilización sobre cuestiones de género y diversidad, ADESPROC Libertad hizo entrega oficial de la placa de “Ambiente amigable con las personas LGBTIQ+” al Centro Cultural de España en Bolivia, a través de su director, Juan Sánchez.
Esta placa, que será colocada en el Centro Cultural de España, simboliza el rechazo de toda forma de violencia y discriminación relacionada con la orientación sexual, identidad y/o expresión de género. Además, ratifica el compromiso de dicha institución con la promoción activa de la igualdad, el respeto y la libertad de expresión en todas sus formas.
El Centro Cultural de España reconoce labor en la promociones de espacios culturales seguros inclusivos que visibilizan la diversidad, fomentando valores esenciales para una sociedad más justa. Este reconocimiento resalta su papel como un aliado clave en la construcción de una sociedad que respeta y valora a todas las personas, sin importar su identidad o expresión de género.
A través de esta alianza, ADESPROC Libertad reafirma su misión de identificar y fortalecer espacios seguros para la población LGBTIQ+. Asimismo, esta iniciativa busca inspirar a más instituciones y organizaciones a adoptar políticas inclusivas y promover prácticas que fomenten la equidad y el respeto.
ADESPROC Libertad llevó a cabo el pasado viernes un taller de sensibilización sobre terminología LGBTIQ+ y capacitación sobre la Norma de Atención Integral para la población LGBTIQ+ en establecimientos de Salud en el Hospital de Los Pinos.
El evento reunió a profesionales de la salud y personal de apoyo del hospital, con el objetivo de fortalecer sus conocimientos en temas relacionados con la atención inclusiva y el respeto a los derechos de población con diversa orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
La iniciativa fue recibida con entusiasmo por les, las y los participantes, quienes resaltaron la importancia de contar con espacios formativos que les permitan actualizarse y reflexionar sobre su rol en la transformación del sistema de salud.
ADESPROC Libertad reafirma su compromiso de continuar desarrollando actividades que fomenten la inclusión, la diversidad y el respeto en diversos sectores de la sociedad boliviana. Este taller es solo una muestra del trabajo continuo para garantizar que los derechos humanos sean un pilar fundamental en todas las áreas de servicio público.
En el marco del proyecto «Justicia con Mirada Diversa» implementado por ADESPROC Libertad, se llevó a cabo el 2 diciembre del presente año la primera versión de la Capacitación para Activistas LGBTIQ+ para la denuncia acompañamiento en casos de vulneración de derechos de personas de diversa orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
El evento se realizó en el Centro Cultural de España, brindando herramientas y conocimientos clave a quienes trabajan por la protección y promoción de los derechos humanos de la población diversa. Es así que contó con la participación de representantes de diversas organizaciones y líderes comprometidos con la inclusión y la igualdad.
Durante la jornada se abordaron temas fundamentales:
Identificación de instancias estatales para la denuncia de vulneraciones.
Principales problemáticas que enfrenta la población LGBTIQ+.
Acciones urgentes ante situaciones críticas.
Privacidad y protección de datos personales.
El líder activista Cristopher Quiller destacó la importancia de esta iniciativa: «Esta capacitación nos proporciona herramientas esenciales para enfrentar la vulneración de derechos hacia las personas LGBTIQ+. Lo aprendido aquí será replicado en mi organización para seguir promoviendo cambios positivos».
ADESPROC Libertad reafirma su compromiso con el acceso a la justicia para la población LGBTIQ+. En este sentido, anunció que las capacitaciones continuarán durante el año 2025, ampliando su alcance a diferentes regiones del país con el objetivo de empoderar a más personas y fortalecer la defensa de los derechos humanos en Bolivia.
ADESPROC Libertad, en el marco del proyecto con con SAIH, presentó el Protocolo de Atención Psicoterapéutica para la Población LGBTIQ+, una herramienta diseñada para brindar orientación en la atención adecuada y respetuosa a personas de diversa orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
“Es la primera herramienta en Bolivia, por lo que queremos que tenga la mayor seriedad y rigor académico posible para que sea difundida ampliamente entre los profesionales de la salud mental”, destacó Alberto Moscoso, representante de ADESPROC Libertad.
De acuerdo con datos recientes de la Defensoría del Pueblo (2023), la población LGBTIQ+ enfrenta altos niveles de discriminación y exclusión, lo que incrementa los riesgos de problemas de salud mental como depresión, ansiedad y pensamientos suicidas. Además, un 23% de esta población evita los servicios de salud por temor a la discriminación, mientras que un 14% manifiesta desconfianza hacia el personal médico.
El protocolo busca guiar a los profesionales de la salud mental hacia el enfoque afirmativo, una herramienta para la psicoterapia LGBTIQ+, basada en la aceptación y el respeto, que promueve un tratamiento ético y beneficioso libre de prejuicios.
Durante el evento de presentación, participaron psicoterapeutas y especialistas de diferentes áreas de la salud mental, quienes enfatizaron la importancia de contar con herramientas integrales para promover el bienestar global de las personas LGBTIQ+ en el país.
“Este protocolo será útil para todos, sin importar dónde estemos. Nos permitirá trabajar bajo una misma visión, logrando una atención más eficaz y beneficiosa”, señaló la Dra. Marilyn Chavarría, psiquiatra del Hospital San Juan de Dios.
ADESPROC Libertad reafirma su compromiso con la promoción de la salud mental en Bolivia, desarrollando herramientas que contribuyan significativamente al bienestar y la paz interior de las personas LGBTIQ+.
La Conferencia Mundial de ILGA Mundo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, fue la más grande en la historia de esta organización. En el cierre se votó a Buenos Aires como próxima sede, en un abrazo de la diversidad frente al avance de la ultraderecha del gobierno de Milei.
CIUDAD DEL CABO (Sudáfrica), Enviadas especiales. Los cinco días que duró la Conferencia Mundial de ILGA Mundo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, estuvieron colmados de encuentros, debates y fiesta para la diversidad sexual. Fue la más grande en la historia de la organización: 1450 personas participaron del encuentro de activismos más grande a nivel global con propuestas para marcar la agenda LGBTIQ+. Al cierre, las colectivas decidieron abrazar la situación en Argentina al votar como próxima sede de la conferencia a Buenos Aires. Esto será en dos años y medio (2027): un modo de resistir al contexto de retroceso de derechos del gobierno de Javier Milei.
“Estamos felices y emocionades desde la región de América latina y el Caribe de que Buenos Aires haya sido elegida como la próxima sede de la Conferencia Mundial de ILGA, que es la red de organizaciones LGBTI más grande del mundo. Es un abrazo de todes les activistas y organizaciones del mundo. Y solidaridad para con la situación argentina en un contexto de retroceso con el gobierno actual que nos cercena derechos todos los días. Es importante para fortalecer nuestras luchas en un contexto difícil”, expresó a Presentes Darío Arias, cosecretario regional de ILGA LAC y fundador de Conurbanes por la Diversidad.
La postulación de Buenos Aires fue inicialmente una propuesta de esta organización junto con la CHA, 100% Diversidad y derechos, como miembras de ILGA. Luego fue apoyada por la región desde ILGALAC (América Latina y Caribe). En 2022 también había sido postulada Buenos Aires pero finalmente la candidatura se retiró para apoyar la de Sudáfrica.
La 31° Conferencia de ILGA Mundo se realizó bajo el lema Kwa Umoja (Nos levantamos), en referencia a una frase en swahili -la lengua más hablada en África- que celebra la unidad y el progreso colectivo. Del 11 hasta al 15 de noviembre en el Centro de Conferencias de Century City, en Ciudad del Cabo, se desplegaron 64 sesiones, 20 preconferencias y 6 paneles, donde participaron personas de 100 países. Entre ellas, el Experto Independiente de las Naciones Unidas sobre la protección contra la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género, Graeme Reid.
América latina pisó fuerte durante la Conferencia, aunque por dificultades en el visado y la lejanía su participación fue menor que la de otras regiones como la africana, cuya presencia sí fue destacada.
África anfitriona
Liberty Matthyse, integrante de Gender Dynamix, y y Jade Jacobs-Wor, de Iranti, organizaciones anfitrionas en Sudáfrica.
Luego de 25 años, África volvió a ser anfitriona de este evento mundial. Contó con el apoyo de las organizaciones locales Iranti y Gender Dynamix. “En el contexto mundial vemos un mundo de mayores conflictos. Hay violaciones y henocidio que se convierte en algo normal. A la luz de estas situaciones acogemos con beneplácito respetar los derechos humanos y reconocer la historia política y la lucha de lo que fue contra el apartheid aquí en Sudáfrica”, subrayó Liberty Matthyse, integrante de Gender Dynamix.
Cada espacio de encuentro en la Conferencia estuvo impregnado por una identidad con fuertes raíces en la ancestralidad, los lazos colectivos y la hospitalidad africana. Hubo una ceremonia de apertura, donde se pidió prosperidad y armonía, a cargo de pueblos indígenas, igual que en el cierre.
Voces y activismos de América Latina
«Vi mucha diversidad a mi alrededor. Me encanta poder compartir con tantos activistas a nivel mundial. Es un espacio para compartir nuestras experiencias, la situación de nuestros países, poder armar proyectos en común y unirnos entre países y aprender de los demás», sostuvo Dayne, del colectivo de las Diversidades Sexuales y de Género de Bolivia.
Entre los proyectos latinoamericanos estuvo el Archivo de la Memoria Trans Argentina, en una mesa en el centro del establecimiento donde ofrecían stickers, pines, remeras y fotografías. Todas las tardes, Carolina (Carola) Figueredo y Luciana Leiras, integrantes del Archivo, llevaban adelante una visita guiada. Personas de todo el mundo se conmovieron con los relatos de Carolina y de lo que tuvieron que atravesar ella y sus compañeras, de la violencia que sufrieron en dictadura y después, y de la importancia de la Ley de Identidad de Género que, como cuenta Carolina, les cambió la vida.
Ayito, de Espacio Tolomocho, en la Conferencia en Cape Town.
Desde Argentina también participaron el Espacio de arte y activismo disca Tolomocho. Y Argentina Intersex, que formó parte del panel sobre el Movimiento Intersex Global donde activistas de diferentes regiones compartieron los desafíos que afrontan: avance de derechas, estrategias de incidencia, la situación de las personas refugiadas, entre otros. Desde Corrientes, Solange Ayala, activista trans e integrante de Fundheg, organización que trabaja derechos sexuales y reproductivos, participó por primera vez de la Conferencia. «Estoy muy emocionada de encontrarme con mis compañeras trans del mundo. Para buscar juntas políticas que acompañen y abracen», dijo a Presentes.
Las personas LGBT y las crisis humanitarias tuvieron un panel donde se conversó acerca de cómo mejorar la coordinación entre las múltiples partes. Allí estuvieron el activista argentino Mariano Ruiz (DDHH y Diversidad), Andrea Ayala (RFSL, El Salvador), junto a activistas de Equal Asia Foundation y Rainbow Railroad.
El medio colombiano Sentiido tuvo una sesión especial donde Li Cuellar, cofundadore, presentó Transpoderosas. Se trata de un innovador juego de cartas para aprender sobre transfeminismos.
También Shane Cienfuegos, activista trans no binarie de Chile presentó “Cuerpas”, un proyecto que recorre las memorias y vidas de mujeres trans, travestis, transmasculinos, travos y no binaries, gestionado por OTD Chile.
Por primera vez en las ediciones de esta Conferencia, los sindicatos de distintas partes del mundo tuvieron una presencia marcada. “La comunidad LGBTIQ+ es clase trabajadora. Su lucha es también nuestra lucha”, dijo Jordania Ureña Lora, en representación de la Confederación Sindical Internacional, en el panel de apertura del evento. Y agregó: “Vamos a seguir luchando por el cambio en nuestras estructuras internas, incluyendo a las personas de la comunidad LGBTIQ+. La solidaridad tiene que ser real.
A la hora de la votación de los nuevos representantes de ILGA Mundo, les latinoamericanes obtuvieron dos cargos. Alejandra Collette Spinetti Nuñez, del Colectivo Trans del Uruguay, fue electa presidenta del Comité Trans. Gabrielle Escobar, de la organización Comcavis de El Salvador, fue elegido titular del Comité de Juventudes.
“Eso significa una gran responsabilidad porque mi militancia es ser la voz de quienes no tienen voz. Mi idea es contactarme periodicamente con las diferenctes comunidades trans, no binarias, de género no conforme del mundo para llevar esa voz al comité directivo de ILGA Mundo”, dijo Spinetti Núñez a Presentes, luego de ser electa.
Les demás nueves representantes elegidos por organizaciones miembros de ILGA Mundo fueron Kimberly Frost (Estados Unidos) y Yuri Guayana (Italia) como co-secretaries. Mientras, asumió el Comité Bisexual Hamlet Nkwain; el Intersex, Obioma Chukwuike; y el de Mujeres, Angelica Polmonari.
Más unidad, más interseccionalidad
Ya desde la inauguración de la Conferencia, quedaron resonando las palabras que proponen un rumbo: interseccionalidad y unidad. En un contexto global marcado por el avance de derechas y ultraderechas, con movimientos que atentan contra la integridad y dignidad del colectivo LGBTIQ+, diferentes voces destacaron la necesidad de trabajar para fortalecer la unión del movimiento y pensar abordajes integrales.
“Mi llamado es que pensemos cómo nuestra diferencias han sido quienes nos han traído aquí. Nos han hecho, grandes, nos hacen únicas/os/es. Nos conectan con otras personas. Mi llamado es a que dejemos las diferencias de lado y nos levantemos en la unión”, compartió Luz Aranda, activista bisexual mexicana y ex co-secretaria de ILGA Mundo.
Luz Aranda, activista bisexual mexicana y ex co-secretaria de ILGA Mundo.
En la misma línea se pronunció Julia Ehrt, directora ejecutiva, con una advertencia: “Tenemos que estar alineados en nuestros enfoques, objetivos. Tenemos una tendencia a quedarnos en nuestros desacuerdos en lugar de ver nuestros objetivos en común. Y eso es un problema. Nos enfrentamos a actores anti derechos y anti géneros. Se unen contra el enemigo en común que somos nosotros”.
Un discurso ovacionado fue el de Mpho Tutu van Furth, activista por los derechos humanos, pastora anglicana e hija del clérigo, activista contra el apartheid y Nobel de la Paz, Desmond Tutu. Advirtió sobre el creciente conformismo que observa especialmente de parte de jóvenes, pero también de personas de otras edades. En un escenario de “resurgimiento de conservadores de ideologías nacionalistas que se oponen a los derechos de las minorías” que “se muestran con ideas ‘buenas’ y ‘frescas’, pero que en realidad son supremacistas y nos están matando”.
“La democracia no es un deporte y el voto no es un billete de entrada al juego. Es un recibo que hace que exijamos responsabilidad de nuestros representantes elegidos”, subrayó, al tiempo que reconoció la necesidad de pensar una lucha interseccional. “Es crucial reconocer que la comunidad LGBT también es parte de grupos marginados. Temas como clase, raza intersectan con orientación sexual, género, creando desafíos únicos que tienen que ser abordados de manera holística. Nuestra incidencia tiene que ser interseccional abordando las múltiples facetas de la discriminacion y opresión”, sostuvo.
Mpho Tutu van Furth, activista por los derechos humanos, pastora anglicana e hija de Desmond Tutu.
También participaron de la apertura representantes de Naciones Unidas y funcionarios del gobierno sudafricano. El viceministro de Mujeres, Jóvenes y Personas con Discapacidades, Mmapaseka Steve Emily Letsike, de parte del presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, ngresó con un fuerte aplauso de les presentes. Resaltó que aún no se ha hablado “de manera significativa de clase y raza” dentro de las comunidades LGBTIQ+. Mientras, reconoció que los derechos humanos no son “un asunto de ideología política, sino de vida o muerte, de libertad y de opresión”.
“Todos estarían mucho más felices en un mundo más igual”
Durante el encuentro se pidió por la liberación de todos los pueblos oprimidos, en especial por Palestina, Sudán y Congo, pero también por Haití, Uganda, Ucrania, Mozambique, Nueva Guinea, Níger y demás países en lucha.
Además de los paneles y charlas, en el encuentro no faltó oportunidad para poner el cuerpo al servicio de la causa. Dos noches y un taller que tuvo dos ediciones pusieron el foco en el ballroom. Contaron la historia de la cultura ball, gestada de forma clandestina y en resistencia a la cultura que los dejaba afuera, mientras emprendieron competencias de baile bajo categorías como Runway, Vogue y una en la que lucieron atuendos identitarios de sus países o comunidades de pertenencia.
El día arrancaba y cerraba con una meditación para el cuidado personal y comunitario. A petición, funcionaba un servicio de salud mental y una clínica de seguridad digital. También había un espacio de silencio para desconectar del ritmo vertiginoso de las sesiones.
n paralelo a la conferencia, activismos de Sudáfrica nucleades en el Pavement Special Collective, asumieron una posición crítica. Mantuvieron encuentros con ILGA pero también organizaron movilizaciones para protestar por la Conferencia. Algunas fueron adentro del edificio que albergaba al evento, con sombrillas rojas en representación del trabajo sexual, también pidieron por la liberación de Palestina. En un comunicado estas organizaciones expresaron su descontento, alegando que este tipo de eventos perpetúan la colonialidad y la supresión de las identidades indígenas.
Otras organizaciones locales hicieron un balance muy positivo. “Estamos orgulloses de haber acogido a la comunidad LGBTI mundial en África y de haber creado espacios para que ella sea testigo de cómo es el activismo en nuestro contexto, de nuestro trabajo con las comunidades de base, y de cómo seguimos avanzando hacia la igualdad de derechos para todas las personas. Que este evento sea un testimonio de la verdadera solidaridad que puede cobrar vida cuando diversos movimientos trabajan entre sí y forjan alianzas”, concluyeron Liberty Matthyse y Jade Jacobs-Wort, integrantes, respectivamente, de Gender DynamiX e Iranti, las organizaciones anfitrionas en Sudáfrica.
La Conferencia Mundial contó con la entrega de los Premios Internacionales del Orgullo, iniciativa conjunta entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e ILGA Mundo. Los cinco premios fueron para Ruslan Savolainen, de Rusia; Lize Ehlers (en la categoría aliada del colectivo); Imanni da Silva, de Angola; Sonia Correa, de Brasil; y Aaditya Rai, de Nepal.
Sonia Correa, activista e investigadora sobre derechos, feminismos, género y diversidades, se conectó en una videollamada para agradecer. “No debemos luchar por la igualdad simplemente porque es algo ideológico o un principio de la justicia, sino porque constituye un camino para que todos podamos ser felices y más alegres en sociedades complejas”, -expresó-. “Todos estarían mucho más felices en un mundo más igual”.
Transaludes, realizado por el Instituto de Salud Carlos III, es el primer estudio que se presenta en España sobre el estado de salud del colectivo trans y no binario.
Es 16 veces más común que las personas trans o no binarias sufran depresión y 11 veces más común que padezcan ansiedad que la población en general, según el estudio Transaludes: salud en personas trans y/o no binarias en España, presentado este martes por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en el Ministerio de Salud. El equipo de investigación revela que los problemas de salud mental se deben a la discriminación estructural y a la violencia que sufre este colectivo, así como a las barreras sociales y sanitarias para la transición.
Este estudio es el primero que se realiza en España sobre el estado de salud de las personas trans y no binarias. María José Belza, quien lideró la investigación, ha explicado que en España hay poca información para cuantificar el estado de salud y las dificultades de este colectivo, especialmente para atender los problemas sanitarios y crear políticas públicas.
El estudio Transaludes se realizó a partir de entrevistas a 1.823 personas trans y no binarias de las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas. El 35% de las personas participantes son hombres trans, el 23% mujeres trans y el 42% personas no binarias, con una edad media de alrededor de 26 años.
Uno de los grandes temas del estudio ha sido la salud mental, ya que está “altamente influenciada por la discriminación estructural”, ha indicado el equipo del ISCIII. “Hay una peor salud mental que en la población general”, han añadido. Así, cuando se les consultó a los participantes si algún médico les había diagnosticado alguna enfermedad o trastorno en los últimos 12 meses, las respuestas relacionadas con la salud mental quedaron muy por encima de otras enfermedades. El 47,5% respondió que habían sido diagnosticados de ansiedad, el 39,6% de depresión y el 29,4% de otros problemas de salud mental.
Los investigadores también han advertido sobre las altas cifras de autolesiones e ideas suicidas en el colectivo. En el grupo de los hombres trans, el 67% contestó que se había autolesionado alguna vez en la vida; en las mujeres trans, un 44,1%, y en las personas no binarias, un 67,4%.
En cuanto al suicidio, en los hombres trans, el 76,4% tuvo pensamientos suicidas y el 37,6% llevó a cabo un intento de suicidio; en las mujeres trans, el 68,1% sufrió pensamientos suicidas y el 36,7% lo intentó. En cuanto a las personas no binarias, 8 de cada 10 tuvo pensamientos suicidas y 4 de cada 10, intentos suicidas.
La discriminación estructural y las barreras para la transición son algunos de los factores que deterioran la salud mental e incrementan la idea suicida. Por ejemplo, el estudio menciona que la ideación suicida en los últimos 12 meses incrementa en un 25% si hay barreras para el cambio de nombre registral, en un 33% si hay barreras al cambio de sexo registral, 57% si hay barreras para la transición hormonal y 78% si hay barreras para la transición quirúrgica.
Los miembros de Transaludes han asegurado que estos datos son especialmente preocupantes en una la población tan joven (la media del estudio es de 26 años) y manifiestan la urgencia de que el sistema responda para atender la salud mental del colectivo.
Visibilización y acceso a servicios sanitarios
La mitad de los encuestados percibe que tiene un buen estado de salud (53,8%). Sin embargo, esta cifra es menor, en 30 puntos porcentuales, que la percepción de la población en general (85,3%) sobre su buen estado de salud. Por otro lado, 4 de cada 10 personas trans y no binarias creen que sus profesionales sanitarios no saben cómo atender al colectivo.
Esto tiene gran impacto en los procesos médicos de transición. Un porcentaje alto de las personas encuestadas aseguró que no lo lleva a cabo por miedo a la discriminación en las consultas, las barreras sanitarias y las listas de espera. Otras respuestas fueron: no tener información para hacerlo, desconfiar de las consultas médicas y la negativa del personal médico.
Jimena González, diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, quien participó de la presentación, ha explicado que pocas cosas alejan más a la comunidad trans de los servicios médicos que ser llamada por otro nombre en la sala de espera, o que el médico no te pueda atender porque tu nombre del DNI no va con tu persona. “Desde el ámbito sanitario esto es fundamental”, advierte. Y, agrega que “el reconocimiento legal y administrativo mejora la salud mental en las personas”.
El informe indica que, dadas estas barreras, dos tercios de las personas que habían realizado alguna transición quirúrgica lo acabaron haciendo en la sanidad privada. Por ello los investigadores solicitan que los profesionales sanitarios ―especialmente médicos de familia y endocrinólogos― deben estar formados para atender a las personas trans y no binarias, para mejorar la atención y el seguimiento de los procesos de transición hormonal.
Sobre el cambio de sexo registral, la encuesta indica que el 64,9% de hombres trans lo había hecho, el 68,1% mujeres trans y el 12,7% personas no binarias. Sobre la transición hormonal, el 71,8%, 77% y 23% estaban en proceso, respectivamente.
Violencia hacia el colectivo
El estudio menciona que solo 1 de cada 10 personas trans o no binarias se ha visibilizado totalmente en todas las esferas de su vida. Y lo que más les frena para hacerlo son las barreras sociales y el miedo a la discriminación. De los participantes, el 87,4% respondió que había sufrido algún tipo de violencia tránsfoba o discriminación por su identidad de género y casi la mitad, agresiones físicas. Esto genera secuelas a lo largo de la vida en la salud mental y bienestar físico de las personas: 8 de cada 10 las presentan.
Fuera de las relaciones de pareja, el 70% denunció haber tenido algún tipo de violencia sexual; 3 de cada 4, la sufrieron por parte de alguna pareja. El equipo de investigación ha asegurado que estos datos son superiores a los de las personas que finalmente denuncian y esto demuestra la “necesidad de desarrollar programas de prevención, detección y protección en todos los ámbitos”.
Los investigadores también contaron que, durante el proceso de hacer las encuestas, sufrieron episodios de violencia. Hubo intentos de boicot por parte de colectivos tránsfobos, quienes enviaron mensajes con insultos y tratos degradantes, e intentaron dañar la muestra con mensajes falsos y suplantación de identidad de personas trans.
Miles de personas se congregaron este sábado en el centro de Santiago para defender los derechos de los niños y adolescentes trans y protestar contra los discursos de odio con motivo de la XII versión del Orgullo Parade y el Día Nacional de la Diversidad.
«Exigimos, al mismo tiempo, la reforma a Ley Zamudio (contra la discriminación) y una Ley de Educación Sexual Integral y protestamos con fuerza contra los discursos de odio hacia las personas LGBTIQ+», dijo durante el inicio de la marcha Javiera Zúñiga, vocera del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Según la asociación, organizadora de la concentración, en el último año los discursos de odio aumentaron un 123 % y se registraron un total de 1.597 casos de abusos contra personas LGBTI, la cifra más alta de la historia.
«Muchos de quienes apoyaban nuestra causa hace pocos años, hoy guardan silencio frente a las arremetidas de odio. Se han replegado. Los instamos a levantar la voz, a solidarizar con la igualdad y la justicia», añadió por su parte el dirigente del Movilh, Rolando Jiménez.
Tras el Movilh, tomó la palabra Natalia Alvarado, una niña trans de 13 años, que recordó que recientemente la Cámara de Diputadas y Diputados prohibió al Ministerio de Salud financiar las terapias de hormonización a menores de 18 años.
«Yo tengo la oportunidad de hormonarme, pero sé que hay niños y niñas trans que no, a los que les cerraron las puertas, lo cual es muy injusto. Hay que visibilizar lo que está pasando y no quedarnos callados», indicó la joven activista.
La marcha partió desde la céntrica Plaza Italia y concluyó en Los Héroes, donde habrá conciertos y espectáculos hasta la noche.
Chile, un país que era tradicionalmente conservador y con una fuerte influencia del catolicismo, ha ido dando importantes pasos a favor de los derechos sexuales de las minorías, sobre todo tras el estallido social de 2019.
Chile aprobó el matrimonio igualitario en diciembre de 2021 y se convirtió en el octavo país de la región en hacerlo, tras Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y varios estados de México.
Hasta entonces, las personas homosexuales solo podían unirse bajo la figura jurídica del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos de filiación.
Las últimas elecciones presidenciales en los Estados Unidos han dejado un sabor amargo en la boca de muchas personas transgénero; la victoria de un candidato conocido por su retórica anti-LGBTQ+ ha generado un clima de incertidumbre y miedo en la comunidad trans.
La campaña del presidente electo se caracterizó por una serie de ataques directos a la comunidad trans, incluyendo propuestas para prohibir los tratamientosde afirmación de género, bloquear fondos federales para la atención médica trans y sancionar a los maestros que reconozcan a los niños trans. Estas propuestas, que forman parte central de la plataforma del nuevo gobierno, han alimentado un sentimiento de miedo e incertidumbre en la comunidad trans.
El discurso del presidente electo, que ha desprestigiado a las personas trans y ha difundido información errónea, ha encontrado eco en una parte significativa del electorado. Anuncios de ataque que circularon durante la campaña, con mensajes sobre el uso de pronombres como «they/them» y los derechos de las personas trans en las prisiones federales, apuntaban a generar temor sobre los derechos de la comunidad trans, reforzando una narrativa de «peligro» y «debilidad» social.
La situación para la comunidad trans en muchos estados ya era tensa, con leyes locales que restringían el acceso a la atención médica, la posibilidad de usar baños que coincidan con su identidad de género y la actualización de documentos oficiales. Los activistas temen que estas restricciones se extiendan a nivel federal, especialmente con un Congreso que podría estar más alineado con las políticas conservadoras del presidente electo.
La victoria del candidato anti-LGBTQ+ ha generado una profunda sensación de desesperación en la comunidad trans. «Estamos en un momento muy peligroso», afirma Erin Reed, activista trans y periodista, quien ha observado un aumento en la demanda de servicios de apoyo psicológico debido al estrés generado por los recientes eventos.
En medio de este ambiente incierto, organizaciones como The Trevor Project continúan brindando apoyo vital a los jóvenes LGBTQ+ que luchan contra pensamientos suicidas y emociones extremas. «Estamos aquí para ustedes», asegura Jaymes Black, CEO de la organización, haciendo un llamado a la esperanza y la perseverancia frente a la adversidad.
Líderes dentro de la comunidad trans, como Honey Mahogany, abogan por una solidaridad más profunda entre todos los sectores sociales. «Necesitamos acción colectiva más allá de las promesas verbales», enfatiza Mahogany, instando a la creación de espacios seguros y un compromiso genuino para defender los derechos de las personas trans.
En las cárceles identifican a los que han cometido crímenes de tipo sexual y los catalogan como “violos”. En su interior, corren riesgos de agresión y violaciones
En 2023, cerca de 200 personas transgénero en Colombia fueron víctimas de violencia por perjuicio, según informó la Defensoría del Pueblo en un comunicado. De la totalidad, 26 mujeres transgénero fueron víctimas del delito de feminicidio y ninguna de ellas superaba los 35 años de edad. Todas murieron en contextos de sevicia y de crueldad, según indicó la Corporación Caribe Afirmativo, citada por la Defensoría.
“A través de nuestras Duplas de Género, este año hemos acompañado, asesorado y realizado acciones de incidencia en 197 casos de violencia contra la comunidad trans en el país, en 171 de ellos, a mujeres transgénero y en 26, a hombres transgénero”, indicó en su momento el entonces defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
La situación de inseguridad para las personas trans en Colombia se exacerba en los centros penitenciarios. Así lo confirmó Gia, una mujer trans que fue condenada a 10 años de prisión por un delito sexual que cometió contra un menor de 14 años, cuando ella tenía 18 años. La madre del menor de edad llamó a agentes de la Policía por esos hechos, y la denunció penalmente. Fue condenada entonces por el delito de actos sexuales con menor de 14 años, así lo confirmó en el pódcast Conducta Delictiva.
El primer día en la cárcel se duerme en el baño, según contó Gia – crédito Pixabay
Según relató, su primer paso hacia la privación de su libertad fue en 2014, cuando llegó a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Tunjuelito, donde había por lo menos 50 personas detenidas. Allá, corría el riesgo de ser violada por los compañeros de celdas. “Como yo era transgénero, para entrar al baño, me tocaba entrar sola (…). Yo no entraba a ese baño, un policía me hacía el favor y me dejaba entrar a un baño que había abajo”, contó en el pódcast.
Luego, pasó a cárcel La Modelo, donde debía cumplir su condena. Debido a los riesgos que se generan por llegar a una prisión habiendo sido sentenciado por un delito sexual, se trata de no revelar información al respecto a nadie. “Uno trata de ocultar que uno viene por un delito sexual”, precisó.
En las cárceles o URIs, los presos tienen formas de “ajusticiar” a los “violos”, que son aquellas personas que son señaladas de cometer crímenes sexuales. Una de ellas incluye la violación sexual y las agresiones físicas. “Si yo les hubiera dicho que yo venía por este delito, me hubieran puesto cobija, si a ellos se les da la gana me pueden violar. Le ponen a uno una cobija encima, le echan calbetazos (sic), lo escupen, le dan pata, y uno no sabe quién fue”, aclaró.
La mujer trans decidió prostituirse para conseguir sus cosas dentro de la prisión – crédito Canal Sur/Europa Press
Su primera noche en La Modelo fue “horrible”, porque tuvo que dormir en el baño, donde abundaban las ratas. Tiempo después, su familia logró enviarle una colchoneta para que pudiera dormir, pero al poco tiempo se la robaron.
Para poder conseguir sus cosas, decidió empezar a prostituirse dentro de la cárcel, pero el dinero que recibía a cambio era poco. “Yo les hacía el negocio, me daban $10.000. Es que es re líchigo, allá no le pagan a uno″, precisó. En un inicio, no pudo garantizar su protección para evitar contagiarse de enfermedades de transmisión sexual, pero tres meses después, psicólogas y trabajadoras sociales que trabajaban en la prisión la equiparon con preservativos.
Al salir de la cárcel, la mujer trans se enfrentó al rechazo por su identidad de género – crédito Luis Eduardo Noriega A./EFE
Aclaró que hay varios presos que tienen un diagnóstico de virus de inmunodeficiencia humana (VIH). “Superpropensa en la prisión para tener VIH, porque hay muchos internos que tienen VIH, pero que están dentro de los patios, que no se han hecho revisar”. Sin embargo, a pesar de los riesgos que corrió, no se contagió.
En 2022, accedió a la libertad y viajó a Manizales, pero decidió quedarse a vivir en Bogotá, donde vive con el rechazo de las personas por ser una mujer transgénero.
A pesar de que este año no hay ninguna participante transgénero, aquí te traemos un repaso de las mujeres trans que rompieron barreras.
Miss Universoes un certamen que a lo largo de los años ha roto los estereotipos de la belleza femenina. Sus reglas, requisitos y perfiles han sido modificados para el beneficio de todas las participantes y muestra de ello es que el concurso se ha convertido en inclusivo, y permite el ingreso de mujeres transgénero.
A pesar de que este año no hay ninguna participante transgénero, aquí te traemos un repaso de las mujeres trans que rompieron barreras.
Transexuales en Miss Universo
En 2012, Miss Universo comenzó a permitir que las mujeres transgénero compitieran y en Miss Universo 2023, realizado en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, en San Salvador, El Salvador, dos mujeres trans rompieron barreras e hicieron historia.
Poco después empezó a concursar en certámenes de belleza como Holland’s Next Top Model o Elite Model Look.
“Sí, soy trans y quiero compartir mi historia, pero también soy Rikkie y eso es lo que me importa”, escribió en una publicación en ese momento.
Ángela Ponce
Pero ellas no han sido las únicas mujeres trans en participar en Miss Universo. En el 2018, Ángela Ponce, representante de España, se convirtió en la primera mujer transen ser parte de Miss Universo, aunque su participación causó polémica, ya que muchas personas no estaban de acuerdo con que una mujer transgénero participara en el certamen.
En la actualidad, Ángela Ponce sigue participando en certámenes y colaborando con marcas como Dior, Pantene y Shein. De igual forma, está activa en su cuenta de Instagram, en donde comparte fotos junto a su actual pareja Víctor Ortega.
En febrero, Daniela Arroyo González fue la primera mujer trans en competir en Miss Universo Puerto Rico, donde terminó entre las 10 finalistas.
Para Miss Universo 2024, no habrá participante transgénero. Ariel Cordero, estuvo muy cerca de lograr representar a Chile en el certamen de noviembre en México.
Ariel Cordero, de 29 años de edad, psicología y activista en pro de las personas transgénero y, en general, de la comunidad LGBT+, se quedó con el tercer lugar de Miss Chile, siendo Emilia Dides la ganadora.
¡No lo olvides! Miss Universo 2024 será transmitido a través de Telemundo, se llevará a cabo el 16 de noviembre y se celebrará en la Ciudad de México específicamente, en la Arena Ciudad de México.