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Atomwaffe y el neonazismo: el caso del asesinato de un joven gay y judío

El grupo Atomwaffe es un violento grupo neonazi fundado en 2016 cuyos miembros se preparan para una guerra racial

Un hombre acaba de ser condenado en California por asesinato y crimen de odio, en un caso especialmente importante por sus vinculaciones con grupos neonazis. Se trata de Samuel Woodward, quien actualmente tiene 26 años, y en enero de 2018 asesinó a Blaze Bernstein de 20 puñaladas en la cara y el cuello. Luego de muchas dilaciones, el pasado martes 2 de julio un jurado de Santa Ana, condado de Orange, declaró a Woodward responsable de asesinato en primer grado con el agravante de crimen de odio.

Los grupos neonazis: antisemitas y antigays

En 2018 Woodward tenía 20 años y Bernstein 19, y habían sido compañeros en la Escuela de Artes del condado. Luego de terminar la secundaria, dejaron de verse, porque Bernstein fue a estudiar medicina a la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia. Pero en esas vacaciones de invierno estaba en California, visitando a su familia en la ciudad de Lake Forest.

El 2 de enero desapareció, y luego de una semana de búsqueda, encontraron su cuerpo enterrado en el parque Foothill Ranch de Lake Forest. A los pocos días, Woodward fue detenido como sospechoso del crimen porque se encontraron conversaciones en la red social Snapchat y en esas conversaciones, una cita para la noche del 2 de enero. Era una trampa que Woodward le tendió a Bernstein, quien era abiertamente homosexual. Pero hay algo más, Woodward era miembro del grupo neonazi Atomwaffen y Bernstein era judío.

Blaze Bernstein, asesinado en enero del 2018 por un miembro de un grupo neonazi.

Luego de encontrar las conversaciones en Snapchat, las autoridades registraron la casa familiar de Woodward en Newport Beach y encontraron en su habitación una navaja con restos de sangre. Las pruebas de ADN fueron contundentes en vincular ambas personas.

También encontraron una máscara negra de Atomwaffen con restos de sangre de Bernstein y una gran cantidad de material antigay, antisemita y de grupos de odio, según los fiscales del caso.

En un principio, Woodward fue imputado por asesinato y uso de arma, que prevé una pena de hasta 26 años de prisión, pero luego el juez cambió la carátula por la de crimen de odio, que podría significar cadena perpetua y sin libertad condicional.

El juicio sufrió muchas dilaciones y postergaciones, primero por la pandemia de Covid y luego por las presentaciones de los abogados defensores, aduciendo que el imputado no estaba en condiciones de entender su juzgamiento. Pero la Justicia concluyó que sí es responsable y consciente de sus actos y, finalmente, se llegó a este juicio en pleno 2024, seis años y medio después del hecho.
La discusión no fue sobre si Woodward mató o no mató a Bernstein, sino por qué y en qué circunstancias lo hizo. Durante los alegatos finales, la fiscal Jennifer Walker hizo hincapié en la afiliación de Woodward al grupo neonazi Atomwaffen, y sobre sus ideales antigay y antisemita.

Samuel Woodward, el asesino del joven Blaze Bernstein, en la extrema izquierda de la foto, junto con otros dos miembros de la organización neonazi Atomwaffe.

Por su parte, el abogado defensor Ken Morrison, dijo que Woodward sufre síndrome de Asperger y problemas con su propia identidad sexual. Trató de demostrar que su defendido no planeaba matar a Bernstein y que no odiaba a nadie, intentando que la condena fuera por un cargo menor, como podría ser asesinato en segundo grado u homicidio involuntario.

Sin embargo, se conocieron testimonios del propio Woodward en los que reconoce que él pasaba horas en Grindr, un sitio social de citas para adultos. Según algunos correos electrónicos que mostraron los fiscales durante el juicio, Woodward buscaba en Grindr hombres homosexuales para humillarlos. Uno de los mensajes decía: “Les digo a los sodomitas que soy bicurioso (que no es lo mismo que bisexual), lo que hace que quieran convertirme. Los engancho haciéndome el tímido, tal vez después les envío una foto o dos, les digo que me gustan y luego, o los elimino de mi lista de amigos o les digo que les jugué una broma”.

Pero esta vez, el ataque fue mucho más allá y terminó con Bernstein apuñalado con saña, más de 20 veces en la cara y el cuello. Por ese crimen de odio, seis años y medio después del hecho, Woodward fue declarado culpable de asesinato en primer grado y el agravante de crimen de odio. La condena se conocerá el próximo 25 de octubre y, como dijimos más arriba, podría llegar a cadena perpetua sin libertad condicional.

De Estados Unidos al mundo

Atomwaffen, la organización a la que pertenecía el criminal, quiere decir en idioma alemán armas atómicas (se pronuncia atom vaffen), pero es una organización creada en la Florida, y luego extendida al resto de los Estados Unidos. Sus miembros se definen como una “organización revolucionaria nacional socialista” y declaran estar entrenándose para el activismo y el combate, apelando a los radicales para derrocar al sistema, que han permitido que el mundo cayera bajo el control de “las oligarquías judías y la banca internacional”.

Según publicó en su momento la plataforma de investigación Pro Pública, “Woodward se unió a la organización a principios de 2016 y luego viajó a Texas para asistir a reuniones de Atomwaffen y a un campo de entrenamiento de tres días, que incluyó instrucción en armas de fuego, combate cuerpo a cuerpo, acampada y habilidades de supervivencia”.

Luego, Woodward tenía como misión organizar una célula de Atomwaffen en California, y el objetivo final del grupo era derrocar al gobierno de los Estados Unidos mediante el uso del terrorismo y la guerra de guerrillas.

De hecho, el grupo, fundado en 2015, ya tiene ramificaciones en Colorado, Florida, Illinois, Pensilvania, Texas, Massachusetts, Washington y Wisconsin. Pero también a nivel internacional: en Europa y América del Sur.

Hispanic LA se comunicó con la Liga Anti Difamación (ADL), que lucha en todo el mundo contra el neonazismo y el antisemitismo. Emily Kaufman es Directora Asociada de Investigación ADL Center on Extremism y ella explicó sobre Atomwaffen: “Es un violento grupo neonazi fundado en 2016 cuyos miembros se preparan para una guerra racial contra lo que consideran el desplazamiento cultural y racial de la raza blanca. Tras múltiples arrestos, el grupo se disolvió en julio de 2020 y formó un nuevo grupo, el Orden Nacional Socialista (NSO). En septiembre de 2022, la NSO anunció en su sitio web que estaban formando un grupo separado, llamado Frente de Resistencia Nacionalsocialista (NSRF). Si bien puede haber miembros de NSO o NSRF con sede en California, en este momento, no estamos seguros de la reciente actividad de estos grupos en el estado. Las redes aceleradoras como estas tienden a ser principalmente en línea, produciendo blogs y publicaciones que fomentan los ataques de lobos solitarios”.

Un «Sol Negro» que irradia oscuridad

Atomwaffon cambió su nombre a NSO, pero mantuvo su logo, la señal de alerta radiactiva sobre un campo divisional de las SS nazis.

Está emparentado también con el Movimiento de Resistencia Nórdico (nazismo escandinavo) y el Batallón Azov (milicias neonazis ucranianas). Y tiene sucursales propias como Sonnenkrieg Division en el Reino Unido, la División Azul en España, Nuovo Ordine Sociale en Italia, AWD Siitoin Squadron (Finlandia), AWD Russland (Rusia), Feuerkrieg Division (Estados Balticos), La Orden del Norte (Canadá) y AWD Deutchland (Alemania).

En todos los casos el Sol Negro es parte de la simbología, heredada de las SS que conducía Heinrich Himmler, uno de los oficiales más importantes del Tercer Reich. Es también parte de la simbología del capítulo argentino de Atomwaffen, simbología que tiene tatuada en su brazo Fernando Sabag Montiel, el joven que el 1° de setiembre de 2022 intentó asesinar a la entonces vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.

Otro grupo vinculado con Atomwaffen es el Foro Nacional Patriótico, que conduce Carlos Gustavo Pampillón, procesado en 2022 por amenazas a miembros de las comunidades LGTBQ+ y judía. El tema generó un escándalo político el año pasado porque Lilia Lemoine, diputada nacional de La Libertad Avanza (el partido del actual presidente Javier Milei), difundió y reivindicó en sus redes un mensaje de este personaje Pampillón. El mismo Pampillón había sido procesado en 2018 por los fiscales federales de la ciudad de Mar del Plata Laura Mazzaferri y Nicolás Czizik. En aquel juicio, se logró la condena de estas personas por pertenecer a una asociación ilícita que intentaba imponer ideología a través de la fuerza.

En diálogo con Hispanic LA, Laura Mazzaferri, fiscal federal número 1 de Mar del Plata, dijo: “Actuaban más artesanalmente, pero pudimos probar tintes terroristas, que es un agravante genérico para la legislación argentina”. Ella tiene abierta actualmente una investigación contra otro grupo que sí está vinculado con Atomwaffen en Argentina y aclara: “Estos tienen una ideología de supremacía blanca, se comunican por foros de internet o por telegram y tienen como principales objetivos a la comunidad LGTBIQ+, a grupos feministas, judíos o kirchneristas”. La fiscal, con larga trayectoria y experiencia en investigar grupos neonazis, ejemplificó: “Hay conversaciones entre ellos en las que uno dice: ‘Qué ganas tengo de salir a matar un judío’, y el otro le responde: ‘Fijate que anda Kicillof (el gobernador de Buenos Aires) por acá, busquemos un francotirador’. Ese es el tenor de las conversaciones”.

Consultada sobre el perfil de los integrantes de Atomwaffen en Argentina, Mazzaferri dijo: “Van desde los 16 hasta los 23 o 24 años, todos varones, de clase media baja, van a la escuela y los más grandes tienen problemas de desocupación, problemas en la casa y, en algunos casos, problemas psicológicos o psiquiátricos”. Y pide hacer una aclaración importante: “No llegan a ser una organización, son más bien una red”.

Para sus investigaciones, la fiscal de Mar del Plata pidió colaboración a la Secretaría de Análisis Integral del Terrorismo, que le respondió en un extenso informe, y en una parte señala textualmente: “La promoción de violencia política, sus declaraciones públicas discriminatorias y agraviantes, su activismo en el reclutamiento, su incitación a que lobos solitarios comentan ataques, la intimidación a comunidades que consideran sus enemigos son indicios que deben ser tenidos en cuenta”.
Por otra parte, la fiscal Mazzaferri ha colaborado y sigue trabajando conjuntamente con Estados Unidos.

El año pasado, el FBI pidió colaboración en el caso de amenazas contra un periodista, porque rastreando el IP de las amenazas, podía ser de Argentina. “Nosotros investigamos ese hecho e identificamos el IP en la provincia de La Pampa, allanamos la casa y secuestramos el celular que pertenecía a un chico de 17 años”, contó la fiscal, quien agregó que también ha pedido colaboración recíproca a Estados Unidos para seguir investigando a estos grupos en Argentina.

Fuente: https://hispanicla.com/atomwaffe-y-el-neonazismo-el-caso-del-asesinato-de-un-joven-gay-y-judio-98027