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La Cámara de Senadores aprueba la Ley Integral contra la Tortura: Un avance crucial para los Derechos Humanos en Bolivia

El día de ayer, 29 de octubre, el Senado de Bolivia aprobó el Proyecto de Ley N° 080/2023-2024 C.S., «Ley Integral para prevenir, investigar, sancionar y reparar la tortura, tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes». Esta legislación representa un significativo avance en la defensa de los derechos humanos, especialmente para la población LGBTIQ+, al establecer la prohibición de la tortura por cualquier motivo relacionado con la discriminación.

ADESPROC Libertad estuvo presente en esta aprobación y es parte activa de la Coalición Ciudadana Contra la Tortura, liderada por el Instituto de Terapia e Investigación (ITEI). Hemos colaborado en la comisión técnica para asegurar que la normativa incluya de manera específica la protección de la población LGBTIQ+ frente a estos delitos.

La aprobación de esta ley en la Cámara de Senadores es un hito importante, pero el proceso continúa. La normativa ahora se trasladará a la Cámara de Diputados, donde esperamos su pronta aprobación.

Esta ley no solo es un paso hacia la justicia y el respeto a los Derechos Humanos, sino que también subraya el compromiso de nuestra sociedad con la erradicación de la tortura en todas sus formas. Continuaremos impulsando esta iniciativa hasta su implementación, reafirmando nuestro compromiso con la protección y dignidad de las personas LGBTIQ+ en Bolivia.

Georgia aprueba una ley para acabar con el ‘Orgullo gay’ y prohibir la adopción de homosexuales

Los legisladores georgianos aprobaron el martes la tercera y última lectura de una ley sobre «valores familiares y protección de menores» que impondría importantes restricciones al lobby LGBT.

El proyecto de ley proporcionaría una base legal para que las autoridades prohíban los eventos del Orgullo y las exhibiciones públicas de la bandera arcoíris LGBT y así como películas y libros de contenido ideológico que perturbe la inocencia de los menores.

Los líderes del gobernante partido Sueño Georgiano dicen que es necesario salvaguardar los estándares morales tradicionales en Georgia, cuya Iglesia Ortodoxa, es muy influyente.

También prohíbe la transición de género, la adopción por parte de personas homosexuales y transgénero y anula los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en el extranjero en territorio georgiano.

En una votación boicoteada por la oposición, los políticos del partido gobernante Sueño Georgiano votaron 84 a 0 para aprobar el proyecto de ley junto con enmiendas relacionadas a una serie de otras leyes.

En un anuncio del partido gobernante emitido en la televisión georgiana, se muestra el rostro del director de Pride, Jakeli, junto a las palabras: “No a la degradación moral”.

fuente: https://infovaticana.com/2024/09/18/georgia-aprueba-una-ley-para-acabar-con-el-orgullo-gay-y-prohibir-la-adopcion-de-homosexuales/

La historia de amor LGTB entre dos boy scouts que ha entusiasmado a Rusia y ha enfurecido a Putin

La novela Un verano en el campamento, escrita a cuatro manos por la ucraniana Katerina Slivanova y la rusa Elena Malisova, ha sido retirada del mercado en Rusia tras vender medio millón de ejemplares

Algunas veces la realidad le escribe finales enrevesados a la ficción. Chico soviético conoce a chico soviético en un campamento: ese romance clandestino de entonces volvería a estar igual de prohibido ahora en Rusia. La trama de la novela que ha escandalizado al putinismo abarca el período de 1986 a 2006. En una dictadura comunista donde la homosexualidad no tiene cabida, acontece lo inimaginable para el resto: dos chavales se enamoran en un campamento de verano. Después, ocurre lo habitual: de regreso a sus casas, sus vidas se distancian. Pero 20 años más tarde se encuentran en su lugar secreto, donde enterraron su cápsula del tiempo.

La historia está escrita a cuatro manos por dos autoras provenientes de países que encarnan a la víctima y al agresor del momento: Katerina Silvanova (Jarkiv, Ucrania, 1992) y Elena Malisova (Kirov, actual Rusia, 1988). El éxito del libro, titulado en español Un verano en el campamento (Ediciones Martínez Roca), ha obligado a Elena Malisova a abandonar su Rusia natal. Y Katerina Silvanova, que sigue en Ucrania bajo el fuego de la ofensiva rusa sobre Jarkiv, no verá su libro en las tiendas de su país: por haber sido publicado originariamente en Rusia y tener como coautora a una rusa, estará vetado al menos hasta que se acabe la guerra en un país donde todo lo ruso tiene ya un pringoso tinte enemigo.

El decorado de la historia es el movimiento estatal de los ‘pioneros’, que se creó en la Unión Soviética a principios de la década de 1920, con el fin de inculcar en los niños y adolescentes los ideales del socialismo. En un mundo donde ser miembro del partido único —el Partido Comunista— concedía un cierto estatus, formar parte de los ‘boy scouts rojos’, con sus juegos y canciones, era el arranque adecuado en la biografía de cualquier ‘homo sovieticus’. En los años 80, en la Unión Soviética había más de 40.000 campamentos de pioneros, donde en los veranos se formaban como buenos ciudadanos del futuro unos diez millones de escolares lejos de los padres. Cuando alguna vez les enviaban comida desde casa, ésta iba a un fondo común que se repartía de manera equitativa entre todos, sublimando el grupo por encima de las circunstancias individuales

«Las personas LGBT siempre han existido, también existían en la Unión Soviética, simplemente queríamos mostrarlo», explica en ruso Silvanova, que atiende a PAPEL durante una breve estancia en Francia antes de regresar a Ucrania. En las páginas de la novela las autoras describen un mundo oculto para sus padres, pero encerrado al mismo tiempo en un sistema que ellas no llegaron a conocer, pero cuyos contornos dieron forma a su infancia. «Mi madre fue miembro de los pioneros, así que conozco bien la historia, y en Ucrania quedan huellas de todo aquello: jugábamos en lo que fue un campamento de pioneros, crecimos entre los restos de la Unión Soviética y bajo las consecuencias de los años 90″. Tal vez, añade, «esta mezcla de lo moderno y lo antiguo es lo que ha dado al libro tanto éxito», porque para las generaciones más jóvenes la URSS «es otro mundo, es como leer sobre los caballeros de la Edad Media«. El libro cuenta «cuánto sufrieron las personas LGBT, cómo no pudieron aceptarse a sí mismas y qué sacrificios hicieron en un intento de evitar el castigo. Por la sociedad renunciaron a su amor y sus sentimientos».

«Esta mezcla de lo moderno y lo antiguo es lo que ha dado al libro tanto éxito. Es otro mundo, es como leer sobre los caballeros de la Edad Media»

Escribiendo sobre la opresión del pasado, ambas autoras tropezaron con la del presente, pero ni siguiera la guerra las ha separado. Como ciudadana rusa, Malisova admite que todavía está tratando de asumir lo que su país ha hecho: «Es falso eso de que lo que no te mata te hace más fuerte; lo que no te mata te traumatiza, y necesito tiempo para separar las acciones de las autoridades de las de la gente común», explica desde Alemania. Todavía más amargo ha sido para Silvanova, que incluso vivió un tiempo en Rusia en el pasado: «Mi visión ha cambiado, tenía amigos allí, casi una familia. Siempre pensé que los rusos eran un país muy parecido a nosotros, pero después de vivir allí unos años me di cuenta de que, aunque la gente es parecida, ambos estados son muy diferentes; y cuanto más tiempo llevaba ahí, más me daba cuenta de que la Rusia de Putin se estaba convirtiendo en una dictadura«.

En cuanto a la ira rusa contra su libro, Elena Malisova trata de distinguir «entre los homófobos en el poder» y «la gente», porque «en realidad el interés de los lectores sobre este tema está creciendo, y aunque nuestros libros ya no estén en las tiendas, consiguen leerlo en internet». Silvanova va más allá: Un verano en el campamento incluso circula en forma de copias piratas editadas en casa de manera rudimentaria, como los ‘samizdat’ autopublicados en tiempos soviéticos. «Nosotras no recibimos ningún beneficio de ello, ni podemos impedirlo, pero tampoco queremos obstaculizarlo», explica la autora ucraniana, «lo principal es que lean, porque en tiempos tan oscuros es importante que exista esa literatura».

Silvanova es consciente de que tiene más lectores en Rusia que en Ucrania. «Sigo distinguiendo entre el Estado ruso, al que odio, y la gente de allí que se las arregla para no sucumbir a la propaganda. Desafortunadamente, parece que no son tantos como me gustaría». Rechaza «esta versión ucraniana, que ahora es popular, según la cual no hay rusos buenos y que todos odian a Ucrania… no creo que sea así, en tanto que tengo a Elena, a la que no pongo ninguna etiqueta, las dos pensamos lo mismo de esta guerra y ella se preocupa por mí«.

«En realidad el interés de los lectores sobre este tema está creciendo, y aunque nuestros libros ya no estén en las tiendas, consiguen leerlo en internet»Elena Malisova

La amistad entre ambas es incomprendida para muchos igual que el amor de los protagonistas sería incomprendido en la URSS de entonces y lo es en la Rusia de ahora. Desde su lanzamiento a fines de 2021, el libro ha sido una sensación: vendió más de 200.000 copias en los primeros seis meses y generó un revuelo excepcional con esta tierna historia de amor homosexual entre dos jóvenes, que pronto tropezó con una ofensiva generalizada contra la libertad de expresión.

En Rusia el éxito no les generó más que problemas: una oleada de críticas institucionales que ha terminado con la censura de este libro y de todos los de temática LGBT. «Rusia es la heredera de la URSS de una forma u otra, y ese sistema patriarcal, que todavía se llama ‘valores tradicionales’ en Rusia, es totalmente natural desde allí y la homofobia, de hecho, también viene de la URSS», asegura Katia Silvanova.

Un libro prohibido

A raíz de esta novela, miembros del Parlamento ruso y activistas anti-LGTB iniciaron una campaña para prohibir el libro argumentando que «promueve valores occidentales», que contiene «propaganda LGBT» y que «pervierte la idea de la URSS». «Tengo la impresión de que esas personas que dicen que denigramos o profanamos a la Unión Soviética por atrevernos a escribir que había personas de orientación homosexual en un campamento de pioneros… simplemente no leyó el libro», denuncia Katerina Silvanova: «Para nosotras la Unión Soviética no es algo sagrado. Sabemos que la URSS era una estructura bastante inestable y cruel».

Pronto las librerías comenzaron a retirar su libro de las estanterías. Zajar Prilepin, un escritor nacionalista militante, llegó a sugerir que se quemara la oficina de la editorial en Moscú. Pronto las palabras pasaron a derivar en hechos. Al poco tiempo, los editores rusos del libro, publicado por la editorial independiente PopCorn, fueron incluidos en una «lista negra» de personas «bajo la influencia de agentes extranjeros» por promover ideología occidental. Para seguir funcionando, la editorial tuvo que desprenderse de ellos para evitar ser declarada agente extranjero por asociación.

A las críticas se sumó el diputado Vitaly Milonov, impulsor de las primeras leyes contra los gays hace doce años al calor del regreso al Kremlin de Vladimir Putin. Milonov sugirió incluso entregar al personal de la editorial PopCorn al ejército ucraniano, donde —según dijo en una de sus proclamas ultraconservadoras— se sentirían «como en casa entre sus compañeros degenerados». El gobierno ruso fue más allá y elaboró una ley que prohíbe todos los libros de temática LGTB.

Alexander Jinshtein, diputado parlamentario y miembro de línea dura del partido Rusia Unida, considera a este libro «un arma de guerra híbrida«. El ambiente de señalamiento es tan denso que una de las editoriales más importantes de Rusia está reformulando frases potencialmente peligrosas en sus nuevos lanzamientos editoriales. Un hogar en el fin del mundo de Michael Cunningham, ha sido retirado de las estanterías. La canción de Aquiles, de Madeleine Miller, y otros títulos han sido enviados a un «examen pericial«. La biografía de Pier Paolo Pasolini Morir por las propias ideas, de Roberto Carnero, salió a la venta con numerosos fragmentos tachados. Durante este año la Duma, la cámara baja del parlamento ruso, ha estado discutiendo la posibilidad de recuperar la práctica de otorgar licencias para la publicación de libros, una rémora soviética que el Estado abandonó a principios de los años 2000.

Los tiempos de los que escriben las autoras de Un verano en el campamento llaman con furia a las puertas de los rusos. «La URSS es algo sagrado para ellos ahora, y hasta que Putin muera o deje el poder, la guerra no terminará«, sostiene la autora rusa Elena Malisova, «pero estoy segura de que Rusia entrará en razón, después de Putin todo estará bien».

Fuente: https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2024/09/18/66e96bb0e4d4d8e5228b45ad.html

“¿Cómo es posible que mi propia sangre me quiera matar”: Jóvenes LGBT+, violentados por sus familias

Esta es la historia de Pavel Flores, amenazado y violentado por su padre, al grado de herirlo con un cuchillo por ser parte de la diversidad sexual

“Voy a matar a tu hermano, ¿cómo quieres que te lo entregue: en pedacitos o de tal forma que lo reconozcas?”, esas fueron las palabras que soltó José Flores Nicolás el día que intentó matar a su hijo, Pavel Flores, un joven de 22 años, integrante de la comunidad LGTBQ+ radicado en el poblado de Tres Marías, en el municipio de Huitzilac, Morelos.

En entrevista para EL UNIVERSAL, Pavel relató que fue a mediados de julio cuando estaba colocando una cámara en su casa cuando su papá lo abordó en estado inconveniente y, tras una discusión, le dijo “que bueno que están matando putos”.

Ese mismo día, cerca de las seis de la tarde, Pavel recibió una llamada telefónica que lo hizo ir a casa de su hermana para recogerla a ella y a su mamá, pues José Flores Nicolás, en compañía de otros familiares, acudió al domicilio para amedrentarlas, por lo que a su llegada se intensificaron los insultos y las amenazas, al punto que uno de sus tíos paternos sacó un arma de fuego.

Tras ello y luego de varias discusiones entre Pavel, su abuela y sus tíos, José Flores Nicolás sacó un cuchillo con el que alcanzó a herir a Pavel en la pierna izquierda, pero para su fortuna después de eso cayó al suelo, lo que impidió que el intento de asesinato fuera consumado.

Momentos más tarde, cuando la policía municipal arribó al lugar de los hechos, Pavel vio a su papá saliendo de casa de su abuela, a no más de tres cuadras del domicilio de su hermana, por lo que manifestó a los uniformados que él era quien lo había agraviado, pero los policías hicieron caso omiso y no lo detuvieron.

No fue sino hasta horas más tarde que, luego de presentar la denuncia en la fiscalía municipal, las autoridades dictaron medidas precautorias para Pavel, las cuales únicamente contemplan, hasta la fecha, la implementación de un botón de pánico, mismo que consiste en presionarlo cuando se encuentre en una situación de peligro, el cual avisará a las autoridades para arribar hasta su domicilio.

A poco más de un mes de la tentativa de homicidio, Pavel dice que en aquel momento sólo pensó en su hermana y su mamá, en lo que ellas harían. “Después vino una reflexión más profunda: pensar en cómo era posible que mi propio padre, mi sangre, me había intentado matar”, contó.

A la fecha, Pavel confiesa que tiene miedo de José Flores Nicolás y de su familia directa, pues vive en un pueblo pequeño en donde todos se conocen. “La gente me ha dicho que ha visto a mi papá visitando a mis tías como si nada y yo no puedo salir a la tienda, ir a la escuela ni realizar mis actividades con la seguridad de que nada malo me va a pasar”, comentó.

Finalmente, Pavel dice que confía en el trabajo de investigación de la Fiscalía, y aunque el caso se encuentra estancado, pues sólo se ha girado la orden de investigación, espera que se haga justicia y se logre el esclarecimiento de los hechos. “Estoy seguro de que no busco ni quiero una reconciliación, porque si mi papá intentó matarme una vez, ¿quién me asegura que no puede intentarlo otra vez?”, mencionó.

“Pienso que va contra la naturaleza tener que denunciar a tu propio padre por intentar matarte, y aunque sé que no soy el único que está pasando por esta situación, digo a quienes están atravesando por lo mismo que alcen la voz, ni siquiera en casa se deben permitir actos de violencia y discriminación, pues primero está la integridad de uno mismo y luego la familia”, dijo.

Juventudes LGBTQ+ propensas al suicidio, la depresión y la ansiedad

Pavel es una de las personas que por su identidad de género u orientación sexual es rechazada por su familia, lo que ha devenido en agresiones verbales, físicas y en un intento de asesinato de parte de su padre.

Y es que según la Encuesta 2024 sobre la Salud Mental de las Juventudes LGBTQ+ en México, realizada por The Trevor Project México, 34% de las personas jóvenes LGBTQ+ en México reportaron ser discriminadas por su orientación sexual durante el año pasado, siendo el 59% de las expresiones registradas en el hogar o la familia, mientras que el 53% fue ejercida en el hogar o por algún familiar.

Además, el análisis reveló un dato alarmante: el 57% de las personas jóvenes LGBTQ+ de 13 a 17 años consideraron suicidarse el año pasado, en comparación con el 46% de las personas jóvenes de 18 a 24 años.

Asimismo, el informe también arrojó que 58% de las juventudes LGBTQ+ reportaron síntomas de depresión, 53% síntomas de ansiedad y 75% afirmó haberse autolesionado alguna vez.

No obstante, pese a la vida de violencia y discriminación de la que ha sido víctima, Pavel, estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), afirmó que nunca ha sentido la necesidad de autolesionarse para encontrar alivio a sus problemas y tampoco ha tenido pensamientos suicidas. “Me percibo a mí mismo como una persona enfocada que, por encima de mis problemas, mis hermanas y mi mamá son la única razón que me motivan a seguir adelante, así que no, nunca los he tenido”, declaró.

Normalización de la violencia en el entorno familiar

Con base en las cifras y de acuerdo con Erika Barrera, directora de Servicios Digitales de Atención a Crisis en The Trevor Project México, la problemática puede atribuirse al conservacionismo y la religiosidad que continúa permeando muchos hogares en México, por lo que se debe cuestionar las creencias para comenzar a generar cambios.

“Muchas veces estas violencias y microviolencias se generan por ideas que han sido transmitidas de generación en generación y tienen que ver con una sociedad muy conservadora, una sociedad muy regida por la religión, por estas ideas arcaicas de lo que debe ser un hombre y una mujer (…) Hay que cuestionar nuestras creencias y todo lo que nos han enseñado desde el día que nacimos, nuestras tradiciones y a partir de ahí hacer cambios”, señaló.

Consultada por este diario, Barrera enfatizó que la inconsciencia de que el núcleo familiar funge como un factor de riesgo para las juventudes LGBTQ+ se debe a que existe una normalización de la violencia y acusó que existen intereses que buscan mantener estos discursos de odio para lucrar con el “bienestar” de las personas de la diversidad sexual, lo que en muchas de las ocasiones deviene en terapias de conversión.

“Tenemos muy normalizada la violencia desafortunadamente, siempre creemos que la familia es aquella que siempre procura lo mejor para nosotrxs y muchas veces la intención está ahí, pero está muy mal ejecutada (…) Si yo como padre o madre de familia escucho a un ‘profesional de la salud’ que me dice esto es lo mejor para tu hijx, yo no lo cuestiono, yo voy a seguir esa recomendación, pero hay médicos y psicólogos que no tienen la especialidad para trabajar con temas que atraviesan a las personas de la comunidad y terminan haciendo más daño que beneficio”, indicó.

Por otro lado, Barrera explicó que existen consecuencias que se originan a raíz de la discriminación que las juventudes LGBTQ+ sufren por parte de su familia, como la depresión, la ansiedad y en muchos de los casos el suicidio.

“58% de personas LGBTQ+ presentó síntomas de depresión y 53% de ansiedad y no son patologías leves, aunque sean comunes de escuchar no es que sean poca cosa, pues generan una disfuncionalidad muy grave en la vida de la persona. Sabemos también que 75% de las personas LGBTQ+ reportó haberse autolesionado alguna vez, lo cual es un acto que implica un espectro que va desde la ideación de la muerte, la planeación de esta y que concluye en un intento de suicidio”, mencionó.

En ese sentido, Barrera precisó que se debe empezar a visibilizar las implicaciones que tiene para las juventudes LGBTQ+ no contar con un hogar afirmativo para hacer eco y dar voz a aquellos que tienen que luchar día a día porque se respeten sus derechos humanos.

“El propósito de esta encuesta no es nada más medir lo que está pasando (…) Si nosotros tenemos acceso a estas encuestas es nuestra responsabilidad hacer eco, replicarla, mencionarla y ponerla sobre la mesa en conversaciones cotidianas para que llegue a oídos que quizá puedan generar un cambio más grande, masivo”, puntualizó.

Finalmente, Barrera apuntó que para comenzar a generar cambios significativos en materia legislativa se deben unir fuerzas con la sociedad y organizaciones civiles para tener una voz más fuerte que propicie cambios a nivel social y legislativo que garantice el respeto a los derechos de las juventudes LGBTQ+.

“Tenemos que unirnos como sociedad, como organizaciones civiles, para trabajar en colaboración y alcanzar metas que propicien un impacto a nivel social y que sean permanentes, donde realmente se ejerza justicia y haya personas que enfrenten las consecuencias en caso de que se atente contra la vida de las juventudes o de cualquier persona de la comunidad LGBTQ+”, concluyó.

Marco judicial y mecanismos de investigación débiles dificultan la procuración de justicia

En entrevista con EL UNIVERSALChristopher Sánchez Islas, coordinador del Área de Defensa Integral de Asistencia Legal por los Derechos Humanos (ASILEGAL), explicó que si bien existe una tipificación que sanciona el homicidio o la tentativa de homicidio en razón de parentesco, no existe una figura judicial que contemple el agravante por odio en razón de identidad o expresión de género u orientación sexual en delitos perpetrados por familiares directos.

Aunado a ello, Sánchez Islas subrayó que en los casos donde los homicidios o tentativas de homicidios contra las personas LGBTQ+ son perpetrados por familiares directos existe una falta de estudio desde una perspectiva de género y de diversidad sexual en las investigaciones.

“En estos casos no se estudian, por parte de las fiscalías, las razones, los contextos por violencia que sufre la persona de la comunidad LGBTQ+, en razón de eso, se le da tratamiento de una investigación por razones de homicidio en razón de parentesco, pero realmente no se visibiliza que existe una problemática sistemática en contra de las personas LGBTQ+”, expresó.

En ese sentido, Sánchez Islas sostuvo que la invisibilización de estas violencias en el ámbito de las fiscalías y en el Poder Judicial radica en una problemática tanto cultural como normativa que tiende a entorpecer las investigaciones en delitos cometidos contra la comunidad LGBTQ+.

“En el ámbito cultural hay contextos de homofobia, transfobia, bifobia, lesbofobia, etc. interiorizados en la instituciones, a final de cuentas las personas que forman parte del servicio público son personas y necesitan procesos de deconstrucción. Con respecto a lo normativo, en las investigaciones sobre violencia por prejuicio contra personas LGBTQ+, muchas veces las fiscalías no tienen una pauta específica para poder hacer investigaciones con perspectiva de diversidad sexual”, manifestó.

De modo que, al no contar con un protocolo para la investigación de delitos cometidos contra las personas LGBTQ+, los impartidores de justicia no alcanzan a dimensionar las violencias por prejuicio que viven las personas de la comunidad y ello, sumado a los estereotipos y prejuicios de género y de diversidad sexual, terminan por nunca esclarecer los hechos de los delitos cometidos contra personas LGBTQ+.

En ese tenor, Sánchez Islas consideró que para empezar a resolver la problemática las fiscalías deben contemplar la instauración de este protocolo para homologar las investigaciones en las entidades federativas y, en lo que atañe al Poder Judicial, implementar la aplicación de un protocolo con perspectiva LGBTQ+, pues los jueces y las juezas deben interiorizar este protocolo para poder visibilizar los contextos de violencia por prejuicio.

Finalmente, Sánchez Islas remarcó que se deben visibilizar los contextos de violencia que viven las personas LGBTQ+ para, en razón de ello, utilizar todos los aparatos y medios del Estado, así como también de las organizaciones civiles para visibilizar la problemática.

“No solamente necesitamos la tipificación de nuevos delitos en los códigos penales, pues esto debe ir acompañado de que las fiscalías puedan y tengan las capacidades para hacer las investigaciones”, apuntaló.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/como-es-posible-que-mi-propia-sangre-me-quiera-matar-jovenes-lgbt-violentados-por-sus-familias/

Violencia contra la comunidad LGBT se reduce en México… pero se desconocen las causas

Según un informe, México reportó una reducción en la violencia contra la comunidad LGBT+, aunque no se dispone de información suficiente para determinar las causas.

La violencia homicida contra la comunidad LGBT+ en América Latina y el Caribe ha experimentado un preocupante aumento del 5.5% en 2023, según un informe regional de la Red Sin Violencia hecho público este miércoles.

En 2023, un total de 364 personas LGBT+ fueron asesinadas en diez países de América Latina y el Caribe, lo que representa un 5.5% más con respecto al año anterior. Los incrementos más grandes se registraron en Ecuador, con un alarmante aumento del 144.24 por ciento en los homicidios de personas LGTB+ en comparación con 2022, seguido por Perú (63.6 por ciento) y Guatemala (34.5 por ciento).

En el caso de México, la organización indicó que el país vio una reducción en sus cifras, aunque no se dispone de información suficiente para determinar si esos datos se deben a una disminución real de la violencia o a una mayor invisibilización de los casos.

Detalló que en México, en el año 2021, se reportaron 78 homicidios contra las personas de la comunidad LGBT+; en 2022, 85; y en 2023, 65, lo que representa una reducción del 23.5 por ciento.

En el apartado de México, la organización señala que la mayoría de las víctimas registradas fueron mujeres trans (43), seguidas por los hombres cis gay (16).

Además, en el país los discursos estigmatizantes contra la comunidad aumentaron en 2023 y en el marco de preparación para las contiendas electorales del 2024.

“Todo lo anterior llevó a que la CIDH indicara que los asesinatos de personas trans y no binarias en posiciones de liderazgo exige que los Estados latinoamericanos garanticen mecanismos necesarios para asegurar su libre desarrollo e incidencia en espacios de decisión”, señaló el informe de Red Sin Violencia.

Las mujeres trans constituyen el mayor número de víctimas en Ecuador (en donde ellas representaron el 81.8 por ciento de víctimas registradas en ese país), en Perú (representaron el 66.6 por ciento), en México (el 66.1 por ciento) y en Nicaragua (el 50 por ciento).

Alertó que en el país, como en Ecuador y Perú, las mujeres trans son afectadas especialmente por prácticas violentas del crimen organizado “que aprovechan su especial vulnerabilidad socioeconómica”.

¿Hubo una reducción en los homicidios de la comunidad LGBT+ en México?

La organización explicó en su reporte que en el país se registró una reducción significativa, sin embargo, no se cuenta con suficiente información para determinar las razones de esta reducción.

“Aunque el número total y la tasa general de homicidios en ese país también se redujo en 2023, las cifras oficiales podrían esconder un aumento en el subregistro de los casos”, alertó.

¿Qué estado es el más violento para las personas trans?

En el reporte de Red Sin Violencia, se indica que para 2023, la tasa específica de homicidios fue de 13.6 por cada 100 mil mujeres trans, más del doble de la tasa general de homicidios de mujeres para el mismo año.

“Por lo menos la mitad de estos crímenes fueron perpetrados con arma de fuego. La mayor parte de los casos ocurrió en Guanajuato (7), Guerrero (6), Veracruz (6), Puebla (5), Ciudad de México (5), Colima (4) y Sonora (4)”, explicó.

La organización destaca la situación de Colima, pues, dice, es el menos poblado del país y, a la vez, uno de los más violentos debido al enfrentamiento de cárteles del narcotráfico por el control de la producción y la distribución de drogas sintéticas hacia Estados Unidos.

¿Qué tiene que hacer México para reducir la violencia contra la comunidad trans?

La organización Red Sin Violencia pidió al gobierno federal crear sistemas de información y registro de la violencia ejercida en contra de las personas LGBT+; elaborar e implementar un protocolo de investigación para los casos de homicidio, feminicidios y transfeminicidios; así como diseñar y poner en marcha estrategias de seguridad pública preventivas dirigidas a la comunidad.

Además, diseñar y promover campañas masivas de sensibilización que erradiquen los estereotipos relacionados con la orientación sexual y la identidad/expresión de género diversas en la sociedad.

Fuente:https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2024/09/12/violencia-contra-la-comunidad-lgbt-se-reduce-en-mexico-pero-se-desconocen-las-causas/

Nueva ley al estilo ruso censura hacer referencia a la comunidad LGBTQ+ en el sistema escolar búlgaro

‘Populismo barato’ prohíbe ‘la propaganda LGBT’ para los niños búlgaros

El 7 de agosto, el Parlamento de Bulgaria aprobó reformas a la ley de educación preescolar y escolar propuestas por la extrema derecha, el partido político prorruso Renacimiento, que prohíbe la “propaganda” para “orientaciones sexuales no tradicionales” en colegios, lo que generó escándalos y protestas. Los políticos liberales, la sociedad civil y los activistas LGBTQ+ advirtieron que es un reflejo de legislaciones similares aprobadas en Rusia y Hungría en años recientes.

La mayor organización de derechos humanos de Bulgaria, el Comité Búlgaro de Helsinki (BHC, sus siglas en inglés), se percató de que la aprobación de las reformas significa que “efectivamente, cualquier situación que dé información de cualquier tipo sobre homosexualidad, bisexualidad o transgénero, ya sea científica o no, en cualquier aspecto del sistema educativo preescolar o escolar, sin considerar el nivel, sería una infracción a la ley».

La ley aprobada y publicada que entró en vigencia el 16 de agosto literalmente «prohíbe…»:

Hacer propaganda, promoción o incitación de cualquier manera, directa o indirecta, de ideas o perspectivas relacionadas a orientación sexual o determinación de identidad de género no tradicional y diferente a la biológica.

Las reformas propuestas por los ultranacionalistas de ultraderecha fueron aprobadas por una gran mayoría respaldada por partidos populistas que se declaran como proeuropeos, al igual que todos los diputados independientes, informó Radio Free Europe (RFE) el 7 de agosto. Citan a Elizabeta Belobradova, parlamentaria de la alianza liberal anticorrupción Continuamos el Cambio – Bulgaria Democrática, que comentó en el debate parlamentario:

Cuando usamos textos de Wikipedia para hacer leyes, lo que obtenemos no es legislación de derecha ni conservadora, y no es la protección de los niños Búlgaros, sino populismo barato.

RFE también informó que Georgi Georgiev, parlamentario del partido de derecha populista Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), criticó las reformas como “precedente inusual en un Estado miembro de la Unión Europea”, que permite la discriminación que se opone directamente a la Convención Europea de Derechos Humanos, y también criticó la prisa del procedimiento.

En total, 135 de 240 parlamentarios votaron a favor. “Se esperaba el apoyo del Partido Socialista Búlgaro afín a Moscú, pero el proyecto de ley se aprobó en gran parte debido al sorprendente respaldo del partido centroderecha, GERB, afín a la Unión Europea”, informó Balkan Insight.

La organización LGBTQ+, Deystvie, advirtió que “Bulgaria está siguiendo el camino de Rusia», y también reparó en que algunos parlamentarios “usaron discurso de odio y declaraciones totalmente discriminatorias, que debilitan tendenciosamente las bases de la democracia y el estado de derecho” y puede aprobarse con la ley de protección contra la discriminación.

El 9 de agosto, feministas, LGBTQ+ y otros grupos de derechos humanos organizaron una protesta en las afueras del Parlamento búlgaro con el fin de pedir una revocación de la reforma, que prohíbe lo que sus seguidores llaman “propaganda LGBTQ+ en las escuelas”. Con la bandera LGBTQ+ en alto, los manifestantes coreaban frases como «¡Veto a la ley!», informó Euronews.

El 15 de agosto, Deutsche Welle informó que el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, anunció que no vetó las reformas en la ley de educación preescolar y escolar, “al contrario de las apelaciones de las instituciones europeas, organizaciones no gubernamentales y activistas».

Esa noche, la decisión del presidente provocó una protesta frente a la presidencia. A la vez, el partido político Renacimiento preparó una contraprotesta bajo el lema “¡NO a la propaganda de género! ¡Sí a la normalidad!”, informó Novini.bg.

No es solo un problema de Bulgaria

El BHC explicó que, aunque las reformas no incluyan alguna sanción específica, estas se aplican a través de procedimientos disciplinarios contra los profesores, directores, enfermeras, psicólogos o cualquier trabajador público del Ministerio de Educación. Además, limitará el acceso a las escuelas para las organizaciones de sociedad civil, el grupo nacional de igualdad o las autoridades sanitarias que quieran trabajar en prevenir la discriminación o la promoción de educación sexual.

Politico citó a Rémy Bonny, director ejecutivo de Forbidden Colours, grupo de la Unión Europea sobre derechos LGBTQ+ de Bélgica, que dijo:

Esta ley no es solo un problema de Bulgaria, es una ley de Rusia que llegó hasta el corazón de Europa… La Comisión Europea debe involucrarse y hacer que Bulgaria asuma responsabilidades.

“Las instituciones internacionales no sirven aquí», dijo el copresidente del Comité Búlgaro de Helsinki, Radoslav Stoyanov.

Sin lugar a dudas, a pesar de que su reacción es muy necesaria, ninguna institución internacional puede invalidar la ley de forma directa a pesar de la posibilidad de que emitan una opinión irrevocable o impongan sanciones. Después de todo, la decisión de anular la ley recae en las instituciones búlgaras. La cuestión es qué tan grande es el incentivo para que hagan eso cuando la ley es muy popular y las sanciones las pagan quienes pagan impuestos y no les importa.

“La sociedad de Bulgaria irá de mal en peor con el consumo de propaganda del Kremlin, y la posibilidad de una reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos es igualmente un factor muy importante», añadió Stoyanov, e indica que la existencia de muchas leyes “no digas gay” y “no digas ellos” en Estados Unidos se han usado como argumento para defender la legislación de Bulgaria.

Forbidden Colours criticó la legislación “que prohíbe la representación de identidades LGBTIQ+ en las escuelas”.

Esta ley es un claro ataque hacia los derechos de los niños y replica las políticas discriminatorias que se han visto en Rusia y Hungría. Esta ley es una agresión directa hacia los derechos humanos fundamentales de los individuos LGBTIQ+, en particular los niños. Es bastante preocupante ver que Bulgaria adopta tácticas del manual contra los derechos humanos de Rusia. Tales acciones son regresivas y están en directa contradicción con los valores de igualdad y no discriminación que la Unión Europea representa.

La homofobia y la transfobia se han expandido en Bulgaria, mientras el Gobierno adulaba a la extrema derecha durante el periodo continuo de inestabilidad, en el que hubo seis elecciones generales en tres años.

El país también rechazó ratificar la Convención de Estambul sobre la prevención de la violencia contra la mujer debido a una divulgación de propaganda de que promovería los derechos LGBTQ+. La comunidad LGBTQ+ de Bulgaria ha sido un blanco frecuente para la discriminación y la violencia.

Leyes anti-LGBTQ+ similares han sido impuestas en otros países de la región del Sudeste de Europa, como Hungría, país miembro de la Unión Europea. y Moldavia y Turquía, ambos candidatos a la Unión Europea.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2024/09/11/nueva-ley-al-estilo-ruso-censura-hacer-referencia-a-la-comunidad-lgbtq-en-el-sistema-escolar-bulgaro/

La comunidad LGBT+ de Canadá está en alerta por debilitamiento de sus derechos

Canadá, conocido por su imagen de tolerancia y diversidad, enfrenta un preocupante resurgimiento de violencia y odio contra la comunidad LGBT+.

resurgimiento de violencia y odio contra la comunidad LGBT+. Aunque el país fue pionero en la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005, recientes incidentes como la quema de banderas del arcoíris, la interrupción de marchas del Orgullo, y un aumento en la violencia callejera han encendido alarmas entre activistas y miembros de la comunidad.

Pascal Vaillancourt, director de Interligne, una organización de apoyo a la comunidad LGBT+, señaló que la violencia y el odio han aumentado en los últimos años, con un creciente número de insultos y agresiones. Vaillancourt mismo fue víctima de amenazas violentas junto a su pareja en Montreal, un incidente que destaca el cambio significativo en la sociedad canadiense, que antes era considerada un refugio seguro para personas LGBT+.

Este deterioro en el clima social también se refleja en los datos. Una encuesta de Ipsos Canadá mostró una disminución del apoyo a la comunidad LGBT+ en temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo y la visibilidad de la orientación sexual o identidad de género. En 2021, el 61 por ciento de los canadienses apoyaba que las personas LGBT+ hablaran abiertamente sobre su identidad, pero en 2023, ese apoyo cayó al 49 por ciento.

Las tensiones en Estados Unidos sobre temas LGBT+ han influido en Canadá, exacerbando la polarización y fomentando un «clima de odio», según Vaillancourt. Los discursos divisivos de políticos conservadores y la actividad en redes sociales han contribuido a este ambiente hostil. En algunas provincias, como Alberta, Nuevo Brunswick y Saskatchewan, los gobiernos locales han anunciado medidas para restringir los derechos de los jóvenes transgénero, lo que ha sido fuertemente criticado por el primer ministro Justin Trudeau.

El ataque con cuchillo en la Universidad de Waterloo en 2022, donde un hombre hirió a tres personas durante una clase sobre identidad de género, subraya la creciente radicalización violenta en el país. Los servicios de inteligencia de Canadá advirtieron en su informe de 2023 que los extremistas contrarios a la «ideología de género» podrían cometer actos de violencia extrema contra la comunidad LGBT+.

En respuesta, Trudeau aseguró que su gobierno garantizará la protección de las organizaciones que participan en las Marchas del Orgullo para evitar que el odio interfiera con estas celebraciones. Sin embargo, el aumento de la violencia y el retroceso en los derechos evidencian un desafío creciente para la comunidad LGBT+ en un país que, hasta hace poco, era visto como un bastión de inclusión y respeto.

Fuente: https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2024_9_10&id=142226&id_tiponota=202

Son ignorados 58% de intentos de suicidio de jóvenes LGBT+, revelan

Más de la mitad de los intentos de suicidio de personas que forman parte de la diversidad sexual pasan desapercibidos, revela la Encuesta 2024 sobre Salud Mental de las Juventudes LGBT+ en México.

El sondeo elaborado por The Trevor Project Mexico revela que 58 por ciento de las juventudes LGBT+ que intentaron suicidarse no le contaron a nadie y 11 por ciento reportó que fue ignorado cuando alguien cercano se enteró sobre lo ocurrido.

En vísperas del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), la organización líder en intervención en crisis y prevención del suicidio en juventudes lesbianas, gays, bisexuales, trans y queer, entre otras, destacó que el estigma impacta negativamente en la incidencia de estos casos, por lo que es urgente abrir el diálogo y proporcionar apoyo para las personas en riesgo.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, las personas LGBT+ experimentan peores resultados de salud y disparidades que las personas heterosexuales y presentan mayores tasas de depresión, ansiedad, consumo de tabaco, abuso de alcohol, suicidio o ideas de suicidio por estrés crónico, aislamiento social, y desconexión de una serie de servicios de salud y apoyo.

Advierte que la mortalidad por suicidio en el continente americano ha ido aumentando (alrededor de 17 por ciento), mientras que en las demás zonas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha disminuido, por ello es urgente hacer de la prevención del suicidio una prioridad de salud pública.

Según la OMS, a escala global se producen más de 700 mil suicidios al año.

The Trevor Project México destacó que se debe hablar del suicidio, pues ese es el primer paso para prevenirlo. Ese es el llamado a la acción de especialistas y organismos internacionales ante la severa crisis de salud mental que se registra actualmente y que impacta de manera recurrente a las juventudes diversas.

Erika Barrera, directora de Intervención en Crisis en The Trevor Project, consideró que existe una crisis de salud mental en las juventudes mexicanas y añadió que la referida encuesta evidencia que 53 por ciento de las personas jóvenes LGBT+ han considerado el suicidio en el último año.

En México la conducta suicida en los jóvenes aumentó hasta 20 por ciento de 2016 a 2022, indica el Inegi.

Fuente: https://www.msn.com/es-mx/salud/other/son-ignorados-58-de-intentos-de-suicidio-de-j%C3%B3venes-lgbt-revelan/ar-AA1qcNlg

Australia preguntará sobre orientación sexual e identidad de género en su censo de 2026

Sídney (Australia), 8 sep (EFE).- El Gobierno de Australia confirmó este domingo que el censo programado para 2026 incluirá por primera vez cuestiones sobre orientación sexual e identidad de género.

Estas preguntas, que deben ser formuladas por la Oficina Australiana de Estadística (ABS, siglas en inglés), serán de respuesta optativa y solo se realizarán a mayores de 16 años.

«Hemos escuchado a la comunidad LGBTIQ+ para asegurarnos de que podemos trabajar con la ABS para implementar este cambio realmente importante en lo que respecta al censo de 2026 (…) Les decimos a los australianos de la comunidad LGBTIQ+: ustedes importan, los hemos escuchado, los contaremos», declaró hoy el ministro del Tesoro, Jim Chalmers, durante una entrevista al canal público ABC.

La confirmación del titular del Tesoro, quien se encarga de coordinar la preparación del próximo censo, llega días después de que el Gobierno laborista del primer ministro, Anthony Albanese, acometiera unos pasos que ponían en duda el cumplimiento de una de sus promesas electorales que le llevaron al poder en mayo de 2022.

Una vacilación que encendió las alarmas del colectivo, una de las bases de votantes en las que Albanese confía para ser reelegido en las elecciones previstas para 2025.

Por su parte, organizaciones en favor de los derechos LGTBI aplaudieron el paso y señalaron que el nuevo censo ayudará a dar forma a las políticas centradas en este colectivo.

«Ser contado significa ser visto y ser escuchado», subrayó en las redes sociales la oenegé Equality Australia.

Con esta medida, el país oceánico sigue los pasos de otras naciones, como Reino Unido, donde se agregó por primera vez una pregunta opcional sobre la orientación sexual en su censo de 2021.

Fuente: https://www.infobae.com/america/agencias/2024/09/08/australia-preguntara-sobre-orientacion-sexual-e-identidad-de-genero-en-su-censo-de-2026/

Víctima de terapias de conversión narra en SEMANA el horror de estas prácticas contra personas gay: “A mí me exorcizaban”

Danne Belmont, activista de la comunidad LGBTI, narra en SEMANA el horror que vivió como víctima de las llamadas ‘terapias de conversión’, en momentos en que esta comunidad busca erradicar, con apoyo del Congreso, una práctica que no tiene sustento científico.

Danne Belmont tenía solo 11 años cuando ingresó a una fundación que les había hecho una tentadora promesa a sus padres: después de unas “buenas terapias”, el muchacho se olvidaría por completo de las ideas que lo llevaban a creer que había nacido en un cuerpo equivocado y que se sentía atraído por los hombres.

Danne, que muchos años después cambió su nombre y su género en la cédula, creció en un hogar tradicional y católico. Y salir del clóset no era para entonces una opción. Pero, la llamada a un amigo suyo del colegio les permitió a sus papás enterarse de que su hijo era diferente. “Después de eso, mis papás comenzaron a hacerme preguntas. Yo solo les dije que sentía que me gustaban los niños, pero que no sabía cómo llamarlo. Y me dijeron que se habían reunido con una psicóloga que les prometió que lo que yo vivía era algo que se podía revertir”, relata Danne en SEMANA.

Dicha psicóloga le aconsejó inicialmente a la familia una terapia de reafirmación hormonal para Danne: “Unas pastillas y una dieta especial para supuestamente corregir mis bajos niveles de testosterona que me hacían ser homosexual. Después de eso, me empezó a crecer mucho el vello corporal, y odiaba eso, porque con 12 años era el más barbado del salón y uno a esa edad no se quiere ver así”.

Dichas terapias se basan en la creencia errónea de que la homosexualidad es una enfermedad que se puede curar, asegura Danne. | Foto: archivo personal

Pero no funcionó. Fue entonces cuando comenzaron a preguntarle si acaso lo habían violado o había sido víctima de un algún tocamiento indebido. “Yo no había vivido nada de eso en mi vida. Y mis padres, lejos de entender que se trataba de una situación que podía ser normal, seguían buscando explicaciones. A mi mamá llegaron a decirle que, como me había consentido mucho de niño, por eso era homosexual. O incluso que, como yo era el segundo hijo del matrimonio, algo había pasado en el desarrollo de su embarazo que hizo que la mayoría de las hormonas se las llevaran mis hermanos (somos cuatro), y que por eso yo era gay. Y todo eso dicho por supuestos especialistas”, narra Danne.

Lo peor vino después. “Desesperados, porque insistían en que yo estaba confundido, mis padres acudieron a varias iglesias, unas católicas, otras cristianas. Supuestamente, para intentar sacarme los demonios que yo tenía dentro. Y me hicieron varios exorcismos”, dice.

Danne recuerda que una vez, en una iglesia cristiana, le taparon los ojos y lo llevaron frente a todos, “un momento de gente rezando frente a mí para que me expulsaran el demonio. Para ese momento, tenía unos 14 años. Y eso se repitió varias veces”.

En otra ocasión, lo llevaron a una finca muy apartada con su hermana. “Me dejaron cuatro días. Lo disfrazan de retiros espirituales para jóvenes, a los que no van los papás y a ellos realmente no les explican lo que va a suceder allí. Y durante todo el día te ponían a hablar con expertos que te ‘explicaban’ que ser homosexual estaba mal. Y en la noche me sometían a rituales donde me dejaban en medio de velas, de pie por muchas horas. Yo les decía que seguía siendo gay. Y por eso me dejaban sin dormir por casi 24 horas y me restringían la comida como una forma de castigo. Sin desayuno, sin almuerzo, sin comida”.

Esos días de horror, lo llevaron a una fuerte depresión y a varios intentos de suicidio. “No es fácil. Te culpan a ti y a tu familia por ser quien eres. Este fue uno de los momentos más dolorosos de mi vida. Y todo este proceso va quebrando la relación familiar porque quedan heridas que cuesta trabajo sanar. En muchos casos, como el mío, se vive una ruptura familiar que queda para siempre porque ‘tú no quisiste cambiar o transformarte’, y te culpan toda la vida por eso”.

Después de eso, y en plena adolescencia, Danne se hizo activista. No deseaba que nadie más repitiera su historia. “En esa época, no había computador en mi casa. Entonces, me iba al colegio y buscaba la manera, sin que me vieran, de hallar información para comenzar a entenderme a mí mismo. Y durante años nunca conté lo que me había pasado”, cuenta.

Marcha del orgullo gay en Bogotá. | Foto: Long Visual Press/Universal Imag

Según Danne, ese doloroso pasado hizo que se le hiciera más difícil asumirse socialmente como persona trans. “Incluso, reconciliarme con mi vello corporal fue algo que me costó mucho. No me gustaba incluso llamarme gay, me llamaba a mí mismo marica”.

Lucha para erradicar las terapias de conversión

Hoy, a sus 32 años, dirige la Fundación GAAT, un grupo de apoyo para personas trans en Colombia que trabaja por los derechos de esta población desde hace 15 años. Y desde hace cuatro comenzó a recabar información sobre las mal llamadas ‘terapias de conversión’, conocidas técnicamente como ECOSIEG (esfuerzos de cambio de orientación sexual, identidad de género o expresión de género), con las que se pretende cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona.

En ese camino, la fundación comenzó a acompañar a numerosas familias del país para que recibieran “información responsable, técnica y académica sobre lo que realmente implican estas terapias en la vida de una persona; yo lo viví en carne propia con mi familia. La idea es que las familias sepan acompañar este proceso con información científica validada”, cuenta.

Dice que en muchas familias se han naturalizado estas violencias “porque creen que cuando una persona de la comunidad trans quiere hablar de su identidad se trata de una etapa que va a pasar, de algo que se puede corregir. Pero, la ONU ha categorizado estas terapias como torturas, que van desde psicológicas hasta físicas. Incluyen terapias de electroshock, exorcismos”.

Todo eso es lo que se busca erradicar con el proyecto de ley ‘Nada que curar’, ya que, según la líder LGBTI, dichas terapias no tienen fundamento científico “y pueden ser muy dañinas para la salud física y mental de las personas que las sufren, pues se basan en la creencia errónea de que la homosexualidad, la bisexualidad o la transexualidad son enfermedades que pueden ser curadas”. La Fundación GAAT, junto con otras entidades, comenzó tres años atrás a documentarse sobre la forma como se fue desarrollando esta práctica en Colombia.

“Encontramos que se hacen, muchas veces, a través de centros de culto que exorcizan o que te ponen pruebas como caminar con piedras en los zapatos. Pero también se hacen en IPS, centros médicos que se disfrazan de espacios para el tratamiento de adicciones y consultorios psiquiátricos. En Colombia hay, además, una gran relación entre terapias de conversión y conflicto armado, donde los actores armados les decían a miembros de la comunidad LGBT: ‘O usted cambia quien es, o se muere’. En algunos casos, hasta los violaban para cambiar su identidad sexual o de género”.

Además, no resulta fácil denunciar, pues existe un vacío legal al respecto que posibilita que estas prácticas se sigan repitiendo. “No es fácil llegar ante una autoridad y ‘denunciar’ que fuiste víctima de un exorcismo por ser gay. Todo eso es lo que busca transformar este proyecto de ley”, comenta.

Hoy, Danne cuenta que su familia “hace activismo conmigo y me acompañan a las marchas LGBTI. El camino no fue fácil, pero las familias son partes esenciales de este proceso. La idea es entender entre todos que estas prácticas, disfrazadas de terapias, son ineficaces y lesionan profundamente la dignidad humana. No existe evidencia científica que respalde su uso y, por el contrario, la evidencia demuestra que pueden generar graves consecuencias para la salud mental de las personas, como depresión, ansiedad, baja autoestima, pensamientos y conductas suicidas, autolesiones y trastornos alimenticios”.

Fuente: https://www.semana.com/salud/articulo/victima-de-terapias-de-conversion-narra-en-semana-el-horror-de-estas-practicas-contra-personas-gay-a-mi-me-exorcizaban/202400/

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