Imane Khelif ganó la medalla de oro pero se encontró a millones de personas atacándola por su género.
Tras ganar su oro en los Juegos Olímpicos de París, Imane Khelif tenía una última batalla que luchar. La boxeadora ha presentado una demanda contra el ciberacoso que ha recibido en la competición, nombrando especialmente a rostros conocidos como J.K. Rowling, autora de Harry Potter, o el empresario Elon Musk. En particular, los documentos señalan a la red social X (antes conocida como Twitter) como el origen del odio al que ha sido sometido la deportista argelina.
Como la demanda no está centrada en una sola persona sino que hace referencia al odio recibido en una red social, la Fiscalía francesa podrá investigar todos los mensajes publicados contra Imane Khelif. Es decir, aunque Donald Trump no está nombrado en los documentos, sus tuits contra la boxeadora también se tendrán en cuenta, tal y como ha explicado el abogado Nabil Boudi.
J.K. Rowling, en una foto de archivo. | Europa Press
Los comentarios de J.K. Rowling
Tanto la autora de Harry Potter como Elon Musk y Donald Trump son conocidos por expresar sus opiniones radicales en redes sociales. Tanto es así que el expresidente estadounidense fue expulsado de X, cuando era Twitter, por difundir falsedades y alimentar el odio. Actualmente la conocida aplicación de microblogging pertenece al empresario creador de Tesla, que también forma parte de la demanda.
En los últimos años, J.K. Rowling ha pasado de expresar sus opiniones controvertidas contra la gente transexual y los cambios de sexo a directamente insultar a todo aquel que no esté de acuerdo con ella. Para la autora, que se permita a Imane Khelif competir en la categoría femenina es violencia contra las mujeres. Lo hace apoyándose en la Asociación de Boxeo Internacional (IBA), una organización investigada por sus conexiones con Rusia, que asegura que la boxeadora tiene cromosomas XY. Sin embargo, esa información no se ha podido contrastar públicamente y el Comité Olímpico respalda la participación de la deportista.
«Que lo sepáis, bombardearme con fotos de mujeres atléticas para ‘enseñarme’ que las mujeres no todas tienen el aspecto de Barbie es como mandarme fotos de patatas de diferentes formas para demostrarme que las rocas se comen. Puedo seguir viendo la diferencia y parecéis realmente locos«, escribía Rowling después de una de sus habituales maratones de tuits y retuits el pasado 7 de agosto.
La Fiscalía francesa investigará para ver su hay delito en los millones de tuits que se publicaron contra ella, atacándola, cuestionando su integridad, su género y su imagen. | Europa Pres
J.K. Rowling ha borrado tuits
Pero ahora solo se pueden encontrar algunos de los tuits que publicó J.K. Rowling. Porque tal y como demuestra la plataforma Social Blade, que funciona monitorizando los datos y métricas de varias redes sociales, la autora ha borrado varios tuits en la última semana.
Lleva sin publicar nada desde el 7 de agosto, lo que supone una de sus rachas más largas sin pronunciarse. Y desde entonces, hasta 34 tuits han desaparecido de su perfil, aunque para el usuario normal ahora es complicado identificar qué ha eliminado. Dependerá de si el abogado de Imane Khalif tiene pruebas de los mensajes que ya no están disponibles.
No es la primera vez que J.K Rowling se enfrenta a las consecuencias de sus publicaciones. La autora considera que la gente trans «amenazan» a las mujeres por su mera existencia. Por lo tanto, está en contra de todas las medidas que se están llevando a cabo en países varios para protegerlas.
«Feliz» de ir a la cárcel por ir contra la gente trans
De hecho, ante las posible reformas de la ley en Reino Unido para proteger a la gente del colectivo, la escritora lo dejó claro. «Estaría feliz de ir a la cárcel dos años si la alternativa es el discurso forzado y la negación a la fuerza de la realidad y la importancia del sexo», tuiteó.
Eso sí, este caso es diferente. Rowling admite que Imane Khelif no es transexual como se insinuó en los primeros días de la competición. Pero también insiste en que la boxeadora es XY, información que, de nuevo, no se ha demostrado. Y que, en cualquier caso, no definiría el género de la deportista, que tampoco se considera intersexual. Lo único que sí se ha confirmado, según un comunicado de GLAAD, es que tiene DSD (desórdenes o diferencias de desarrollo sexual). La ciencia demuestra que hay multitud de variedades para cómo se desarrollan los órganos sexuales y otros indicadores genéticos.